A juicio de Udi Sheintal, presidente de la Comisión del Diamante de la CIBJO, ambos sectores están sentados sobre una “delgada línea roja” que, a la larga, va a ser perjudicial para todos: "Debido a que los precios de los diamantes creados en laboratorio se compararon deliberadamente en precio con los diamantes naturales desde el principio, existe el riesgo de que el público consumidor continúe asociando el uno con el otro, incluso después de que la economía haya puesto a cada uno en su sitio", escribe Sheintal.
"La guerra de precios en el sector de diamantes sintéticos podría tener el efecto de deprimir el valor de los diamantes naturales", añade. “Esto hace que la tarea de ‘desconectar’ ambos sectores sea aún más importante, no solo desde nuestra perspectiva profesional, sino también desde la perspectiva del consumidor. El atractivo de ambos productos es diferente, y también lo es claramente la economía. Ambos deberían tener la oportunidad de prosperar, en armonía uno al lado del otro”, continúa.
Unas reglas de juego consensuadas
El informe hace una llamada para alcanzar un compromiso entre los productores de diamantes naturales y de sintéticos a la hora de comercializar sus productos, y advierte sobre la disposición para presentar uno como más ético o ambientalmente aceptable que el otro: "Esta no es solo una estrategia de marketing autodestructiva, sino que también es cuestionable en términos de las afirmaciones que se hacen y los datos en los que se basan", escribe.
Cualquier gema siempre es un objeto sin vida, no es ética ni respetuosa con el medio ambiente. Éticos o no, son los comportamientos de quienes las extraen, sintetizan o comercializan
“Es necesario crear reglas de juego adecuadas” explica Sheintal. “Sugiero que una de ellas sería que todas las partes acuerden que cualquier piedra, que puede ser preciosa, pero siempre es un objeto sin vida, no es ética ni respetuosa con el medio ambiente. Estas cualidades se refieren a la forma en que se extraen o fabrican. La responsabilidad del comportamiento responsable siempre recae en las personas y empresas que extraen o sintetizan, procesan y comercializan estos productos”, añade.
El informe también repasa los últimos dispositivos para la detección de diamantes, así como la terminología aceptada cuando se habla de diamantes naturales, sintéticos e imitaciones.
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