La manufactura suiza acaba de lanzar una serie exclusiva de cuatro relojes inspirada en la riquísima tradición cultural e histórica del Imperio del Medio. Con las Cuatro Bellezas de la antigua China como tema decorativo, las piezas dan fe de la variedad de técnicas de decoración manuales que practica Blancpain.
Las cuatro grandes Bellezas de la antigüedad china fueron las mujeres más hermosas del periodo de las Primaveras y Otoños (722–481 a. C.), de los Tres Reinos (220–280 d. C.), de la dinastía Han occidental (206 a. C.–9 d. C.) y de la dinastía Tang (618–907 d. C.). Además de por su aspecto se labraron su reputación por la influencia que ejercieron sobre los soberanos de su época y, por ende, sobre la historia de China. Según la leyenda, tres de ellas llevaron a sus reinos a la perdición y todas tuvieron un misterioso desenlace.
Xi Shi
Xi Shi es la primera de las cuatro grandes bellezas de la antigua China. Vivió durante el periodo de las Primaveras y Otoños. Natural de un pueblo de montaña del estado de Yue (actual provincia de Zhejiang), cuenta la leyenda que solía ir a lavar la ropa a orillas de un arroyo cercano a su casa. Los peces, cautivados por su belleza, hasta olvidaban cómo nadar.
Para evocar esta escena los artesanos se han basado en la técnica del esmalte grand feu champlevé, cuyas variaciones de opacidad y colorido ofrecen multitud de posibilidades. Los motivos, de oro macizo, se han grabado a mano en la base de la esfera antes de aplicar el esmalte en el interior de los campos previamente esculpidos para formar la decoración.
El esmalte, aplicado con un pincel en varias capas, ha sido trabajado según el método denominado grand feu, que requiere una cocción en el horno a temperaturas cercanas a los 800 grados. Blancpain ha utilizado un esmalte traslúcido para el arroyo y así poder imitar la transparencia del agua. Al jugar con la inclinación del reloj y los reflejos de la luz, pueden verse bajo el esmalte unas carpas grabadas en la esfera.
Diao Chan
Al contrario de las otras tres, Diao Chan es un personaje ficticio de la novela El Romance de los Tres Reinos, que relata los acontecimientos que marcarían el fin de la dinastía Han del Este y del periodo de los Tres Reinos. La más bella después de Xi Shi, Diao Chan se sirvió de sus encantos para provocar el asesinato del señor responsable de la muerte de sus padres. Tan radiante era su belleza que hasta la luna quedaba eclipsada por su rostro.
La esfera dedicada a Diao Chan combina técnicas como el shakudō y el grabado. El shakudō, una aleación de oro y cobre que constituye la base de la esfera, en este caso se cubre con un baño especial, el rokushō, para producir una pátina de color oscuro con tonos marrones, azules y negros que recuerdan al crepúsculo.
Las inserciones de oro rojo y oro amarillo, grabadas o esmaltadas de forma tradicional, se aplican para dar relieve a una Diao Chan ensimismada junto a una luna de nácar iridiscente.
Wang Zhaojun
La tercera gran belleza de la antigua China, Wang Zhaojun, nació durante la dinastía Han occidental. Formaba parte del harén del emperador Yuan y fue entregada, con su consentimiento, al soberano del reino de los Xiongnu, Hu Hanye. Se dice que su aspecto deslumbrante podía desestabilizar a los pájaros en pleno vuelo hasta el punto de hacerles caer del cielo.
La pieza dedicada a Wang Zhaojun muestra la escena en la que fue separada de su tribu. Sobre la esfera de oro, Blancpain ha recreado un paisaje montañoso y nevado, trabajando la marquetería de maderas con esmalte grand feu según la técnica del champlevé, y con grabados en oro y nácar. Los diferentes efectos de materiales y colores, resultado de esta técnica, acentúan la belleza y valor de este personaje, representada pipa en mano con un majestuoso manto rojo.
Yang Guifei
Yang Guifei fue la concubina del emperador Xuanzhong de la dinastía Tang. Vivió en un periodo que se caracterizó por una cierta apertura de miras y calma social. A su extraordinaria belleza, que hacía avergonzarse a las mismísimas flores, se sumaba su talento por la danza y la música, dos disciplinas apasionantes.
En la última pieza de esta serie especial, Blancpain pinta sobre su esfera a una Yang Guifei dulcemente embriagada, en una cautivadora pose. El cuadro, en el que cada color es un esmalte, se ha sometido a un proceso de horneado.
Con el fin de crear una base para la pintura, se ha recubierto la esfera de oro con varias capas de esmalte en ambas caras, para evitar la deformación. A continuación, se ha pulido para obtener un disco plano, listo para recibir los pigmentos de colores.
Una edición limitada
Las cuatro piezas de esta serie se presentan en una caja de oro rojo de 42 mm y con el calibre 13R3A, un movimiento de carga manual que destaca su reserva de marcha de ocho días. Tras el fondo de zafiro pueden verse los acabados, el motivo Côtes de Genève y el achaflanado con lima que adorna los puentes.