“El origen es la belleza natural no orgánica de las cristalizaciones minerales, casi siempre en formas poliédricas, que hace a esta obra diferenciarse del resto”.
Así explicaba el artista Felipao a Miriam de Ungría su última creación, destacando una y otra vez las facetas como parte innovadora de este icono velazqueño que tantas veces ha sido reinterpretado a lo largo de la Historia. Y es precisamente el concepto de las facetas lo que hizo a Miriam de Ungría ver en esta Menina una pieza de joyería.
El cuerpo de la Menina está construido sobre 448 caras diferentes. La Menina de Felipao es un diamante con una talla brillante casi picassiana, donde vemos la planificación de las facetas pero también su agitación.
En esta colección, Miriam de Ungría ha querido aunar tres disciplinas del mundo del Arte: la Pintura, de la mano de Velázquez, la Escultura, a través de Felipao, y la Joyería, de la suya propia.
La colección más reciente de la joyera, realizada en plata de ley con baños de oro amarillo y rosa de 18 quilates, se compone de varios modelos: pendientes, anillo, pulsera, brazalete, colgante, broche-colgante y gemelos.
Más información: www.mdeu.es / www.felipao.es