La nave ha costado 157 millones de dólares y se ha construido en unos astilleros de Noruega. Con ella se busca mantener la producción del país sudafricano en los actuales niveles de 1,2 millones de quilates anuales.
Y es que los diamantes tierra adentro se agotan. Al menos en Namibia y esto ha obligado a una nueva estrategia que pasa por explorar sus aguas jurisdiccionales buscando, al menos, mantener su producción hasta 2035, según la nota de la firma minera.
La embarcación de sondeo es capaz de profundizar hasta los 140 metros “al doble de velocidad de los actuales buques para extraer muestras de diamantes" aseguran, y cuenta con una tripulación de 80 personas y un helicóptero auxiliar.