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La desaceleración relojera en Suiza se cobra las primeras víctimas

Unos 700 trabajadores de Richemont protestaron el pasado día 24 contra los despidos en sus plantas de producción.
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Unos 700 trabajadores de Richemont protestaron el pasado día 24 contra los despidos en sus plantas de producción.

Las relojeras Piaget y Vacheron Constantin despiden a más de 500 empleados de sus plantas

martes 29 de noviembre de 2016, 07:00h
Manufactura de Piaget en Plan-les-Ouates, a las afueras de Ginebra.
Manufactura de Piaget en Plan-les-Ouates, a las afueras de Ginebra.
La alta relojería suiza atraviesan uno de los peores momentos de su historia por el frenazo del consumo internacional, especialmente en Asia, y esta desaceleración comienza a tener consecuencias para las todopoderosas firmas relojeras del país: Richemont, uno de los principales grupos del lujo mundial, acaba de anunciar la destrucción de 211 empleos de su plantilla en Suiza que se añaden a los despidos de mayo.

En concreto serán las plantas de Piaget y Vacheron Constantin las que sufrirán el grueso de los recortes (91 en Piaget y 120 Vacheron Constantin), que se suman a los 300 despidos que ya se efectuaron en mayo, tanto en esas dos marcas relojeras del grupo, como en la joyera Cartier.

Y es que los resultados de este gigante del lujo han sufrido un severo varapalo este año. El primer semestre cerró con una caída del 17% en sus ventas de relojería y de otro 13% en las de joyería, aunque su cuenta de resultados se saldó con 540 millones de euros de beneficios.

La empresa achaca estos datos a “la caída de la demanda de alta relojería en todos los mercados internacionales”, a los que se suman “las pérdidas por la recompra de stock a los distribuidores”, según el comunicado de Richemont.

Tras la presentación de los resultados el presidente del grupo, Johann Rupert, ya advertía sobre las consecuencias de esta desaceleración: “En cuanto a los relojes, tendremos que lidiar con la sobreproducción y adaptar nuestras estructuras al nivel actual de demanda”.

Manifestaciones sindicales

Pero a pesar de esta situación la perspectiva del principal sindicato del sector en Suiza, UNIA, es sensiblemente opuesta y ya ha llevado a cabo diversas manifestaciones por los despidos en las plantas del grupo.

Según UNIA, estos reajustes podrían evitarse aplicando otras fórmulas como la reducción de jornadas en las plantas y reclaman la intervención de las autoridades para mediar en el conflicto laboral.

“Para un grupo que genera más de quinientos millones de beneficio, esta medida tiene como objetivo claro tranquilizar a los accionistas y aumentar sus dividendos”, aseguran desde la central sindical.