La Casa de Campo de Madrid fue el escenario de escaparates de verdadera joyería durante la pasada edición de Iberjoya. Los visitantes eran profesionales que iban a rentabilizar su tiempo, ver, escoger y comprar o adoptar la decisión de comprar dentro de un mes, pero sobre todo, ver y comparar joyería con diseño y calidad. Respecto a los expositores, la sensación ha sido de satisfacción generalizada y de intención de repetir en 2017. No hubo venta al peso ni exposición de productos poco relacionados con el sector, sostienen desde la Organización.
Una Iberjoya muy diferente a la que habíamos conocido anteriormente demostró que cantidad y calidad son conceptos claramente distintos. Un total de 349 empresas visitaron en tres días a los 30 expositores de la primera celebración en solitario de una feria que cumplía su 52º edición, de la mano de una política ferial definida por la Asociación Española de Joyeros, Plateros y Relojeros, añaden.
Cristina Yanes, presidenta de Iberjoya, junto a su padre Jesús Yanes inaugurando el Salón.
La identificación exigida en la entrada arrojó números reales, sin necesidad estadística, de quién había accedido al recinto, una pulsera con un código evitaba la duplicidad de registro, formaba parte del sistema de seguridad e identificaba al visitante, el estricto control en recepción tuvo un respaldo unánime de visitantes y expositores porque evitó el intrusismo profesional y permitió rentabilizar el tiempo a todos.
Un total de 349 empresas visitaron en tres días a los 30 expositores de esta 52 edición
De hecho, muchos aseguran que, de este modo, tres días eran más que suficientes. No se emitieron invitaciones ni entradas lo que chocó a muchos visitantes pero la organización defiende que la única forma de anular la entrada a particulares es no emitir invitaciones.
De hecho, cuando el visitante llegaba, daba su nombre, si estaba entre los preinscritos, accedía al recinto después de que le colocaran una pulsera. Si no se encontraba en las listas de preinscritos, ofrecía el número de su D.N.I., datos de la empresa y daba la referencia de quién le había invitado o se le hacían dos preguntas por parte de un experto para comprobar que era miembro del sector.
Algunos comentarios de visitantes y expositores permitieron valorar las conclusiones de una cita que ha sido punto de partida para consolidar un Salón probablemente más amplio en el futuro, pero que mantendrá el formato boutique como sinónimo de selección y profesionalidad.
No hubo venta al peso ni exposición de productos poco relacionados con el sector, sostienen desde la Organización
“Los expositores creemos que España puede ofrecer todavía más. Hay unas sesenta firmas que, por su tipo de producto, pueden estar perfectamente aquí”, destacando que no se trata de llenar sino de hacerlo con criterio.
La siguiente edición de este encuentro joyero se celebrará en octubre y la satisfacción generalizada se resume en una frase: “Hemos podido mostrar lo que nuestros representantes llevan en la maleta y, a veces, no pueden enseñar… y ha gustado”.
Jesus Yanes Merchante con el Presidente de la Asociación de Exportadores de Andalucía, Miguel Angel Muñoz y la hermana de éste.
Los expositores destacaron la tranquilidad y seguridad con la que pudieron descargar y cargar su mercancía. A la seguridad privada de la organización se unió la pública gracias a la Jefatura Provincial de la Policía Nacional de Madrid, a la Comisaría General de Seguridad Ciudadana y a la Unidad Central de Seguridad Privada. Patrullas de policía a caballo y en coche estuvieron presentes todos los días para evitar riesgos y peligros.
No fue un Salón ajeno a la emotividad
La inauguración corrió a cargo de un excepcional invitado, Jesús Yanes Merchante, porque en palabras de la Presidenta de Iberjoya y de la Asociación Española de Joyeros, Plateros y Relojeros, Cristina Yanes, a cuya condición formal se unía la de ser su hija, hubo una decisión expresa de que fuera un profesional reconocido del sector el protagonista de este nuevo comienzo.
El discurso de Cristina Yanes se centró en el significado de esta cita como símbolo que une a la joyería española.“Algunos creemos que hemos iniciado un camino para fortalecernos” dijo refiriéndose a los nuevos hábitos de consumo y a una sociedad distinta para advertir que la unión era imprescindible en un sector tan atomizado y que debía trasladar a la opinión pública el prestigio, la distinción, la modernidad, la vanguardia, la elegancia y el valor de las joyas y de los relojes.
Aludió a la importancia de que el Premio Nacional de Artesanía 2015 hubiera recaído en un artículo de joyería precisamente, logrado por la creatividad y profesionalidad de Luis Méndez Artesanos. Añadió el apoyo de Iberjoya al talento, a los diseñadores, y agradeció expresamente el respaldo al encuentro del JORGC, cuyo Presidente Alex Riu fue representado por el anterior Presidente de la institución, Francesc Fayós, y el de la Asociación de Exportadores de Andalucía, con la presencia personal de su Presidente, Miguel Ángel Muñoz, quienes, desde el primer día, mostraron su total colaboración.
Mientras los expositores escuchaban atentamente sus palabras, ella se dirigió a la figura destacada de la inauguración, Jesús Yanes Merchante, que fue el encargado de cortar la cinta con unas tijeras en las que quedaron grabadas palabras de agradecimiento por su presencia y apoyo.
La Presidenta se refirió a él como profesional y padre, como Presidente de la Asociación Española en los noventa que fue seguido de su predecesor, Juan Candame, a quienes agradecía su generosidad con el sector.
Jesús Yanes Merchante agradeció la invitación de haber sido elegido para inaugurar el Salón y aludió a su amistad con Manuel Carrera a quien le unían lazos de afecto e intereses comunes por la profesión (éste tuvo que excusar su asistencia en el último momento), hizo un alegato a la necesidad de unión, se refirió a muchos expositores personalmente, como grandes colaboradores con los había trabajado conjuntamente y tras la inauguración formal hizo un recorrido por toda la Boutique.
Actividades paralelas al encuentro
Hubo otras actividades paralelas a la exposición comercial como fue la exhibición del Premio Nacional de Artesanía, o la de catorce piezas de autores españoles de joyería en ediciones únicas o limitadas, un aperitivo de “tapas” de jamón de bellota y la música de un reconocido guitarrista acompañado de una bolerista que cantó durante las tardes del fin de semana.
Iberjoya Forever terminó con una reunión de todos los expositores convocada por la organización para conocer de primera mano sus impresiones y establecer conclusiones y mejoras para el futuro. Entre ellas un claro respaldo al formato profesional y de stands, la necesidad de mejora de la señalización, mantener un programa de actividades paralelas y la gestión de descuentos de transporte.
