La firma ha invertido en torno a los tres millones de euros para comenzar su implantación en Europa y escoge España por tener “una tradición joyera muy arraigada", según fuentes de la compañía.
La empresa se dedica a la compra de alta joyería usada para posteriormente distribuirla en el mercado americano y prevé entrar en otros países de nuestro entorno como Alemania, Suiza, Turquía, Grecia, Portugal y Reino Unido hasta 2020.
Previsiones de 50 millones en cinco años
Bonhill cerró 2015 con unas ventas mundiales de 200 millones de euros y su previsión es alcanzar una facturación de 15 millones de euros este año en España, hasta llegar a los 50 millones en los próximos cinco años.