En concreto serán las plantas de Piaget y Vacheron Constantin las que sufrirán el grueso de los recortes (91 en Piaget y 120 Vacheron Constantin), que se suman a los 300 despidos que ya se efectuaron en mayo, tanto en esas dos marcas relojeras del grupo, como en la joyera Cartier.
Y es que los resultados de este gigante del lujo han sufrido un severo varapalo este año. El primer semestre cerró con una caída del 17% en sus ventas de relojería y de otro 13% en las de joyería, aunque su cuenta de resultados se saldó con 540 millones de euros de beneficios.
La empresa achaca estos datos a “la caída de la demanda de alta relojería en todos los mercados internacionales”, a los que se suman “las pérdidas por la recompra de stock a los distribuidores”, según el comunicado de Richemont.
Tras la presentación de los resultados el presidente del grupo, Johann Rupert, ya advertía sobre las consecuencias de esta desaceleración: “En cuanto a los relojes, tendremos que lidiar con la sobreproducción y adaptar nuestras estructuras al nivel actual de demanda”.
Manifestaciones sindicales
Pero a pesar de esta situación la perspectiva del principal sindicato del sector en Suiza, UNIA, es sensiblemente opuesta y ya ha llevado a cabo diversas manifestaciones por los despidos en las plantas del grupo.
Según UNIA, estos reajustes podrían evitarse aplicando otras fórmulas como la reducción de jornadas en las plantas y reclaman la intervención de las autoridades para mediar en el conflicto laboral.
“Para un grupo que genera más de quinientos millones de beneficio, esta medida tiene como objetivo claro tranquilizar a los accionistas y aumentar sus dividendos”, aseguran desde la central sindical.