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Poner en valor nuestro sector joyero

miércoles 05 de febrero de 2020, 07:00h
Manuel Llopis
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Manuel Llopis

Por Manuel Llopis | Ya son muchas las consultas que nos hacen los consumidores finales, los clientes de joyerías y de compraventas. El motivo principal es que quieren consultar la veracidad y autenticidad de lo que han comprado. Se interesan por saber si la pieza que han comprado se corresponde con la información que indica el certificado que le han entregado con la compra. El por qué tienen dudas, principalmente es por el precio.

Porque han comprado algo de mucho valor a un precio muy inferior al indicado y eso les preocupa, piensan que no es la misma joya, que la han cambiado, o que le han quitado las piedras buenas para ponerle otras de inferior valor. Estas dudas suelen ser ahora habituales.

Hace cinco años que en MLLOPIS cuando hacemos el certificado de una gema o la valoración de una joya, «colgamos» los datos en nuestra página web en la sección correspondiente de «Compruebe su certificado». Las empresas de Compra Venta y Joyerías ven muy útil este servicio al facilitarle su venta online y darle confianza al cliente final.


Muchas compraventas e incluso joyerías están vendiendo por debajo de los precios reales, incluso por debajo de los costes de metal y piedras


Pues el problema que está surgiendo es que, con el ánimo de vender, la necesidad de vender, la necesidad de hacer caja, y podría seguir escribiendo escusas... hace que los precios de las joyas estén por los suelos, y por ello de que encuentres un verdadero chollo.

Muchas compraventas e incluso joyerías están vendiendo por debajo de los precios reales, incluso por debajo de los costes de metal y piedras. No tienen en cuenta en el caso de las compraventas, el engastado, el diseño, la manufactura, los baños y recubrimientos e incluso las piedras. Y esto hace que los consumidores desconfien.

Por ejemplo: nos llega un cliente con un certificado realizado por nosotros, de un solitario de diamante con un P.V.P de 7.500 €, y que una compraventa le ha vendido por 2.500 €. El cliente tiene interés por la pieza porque le soluciona el problema de la pedida de mano a su novia a un coste que entra dentro de su presupuesto. Sin embargo cree que con ese precio le habrán cambiado la piedra porque no puede ser tan barata y con esa calidad tan buena.

Comprobamos la pieza y, efectivamente, se corresponde con lo que dice el certificado y nadie ha cambiado nada. Se pregunta el por qué tanto descuento, y le expliqué, a mi entender y creo que no me equivoco lo que ha pasado. La compraventa compró en su dia la sortija por el precio del oro y un poco más por la piedra, no tuvo en cuenta ni mano de obra, ni engastado.

Quien se la vendió, se dio por satisfecho, o no le quedó mas remedio y le solucionó su problema económico. La compraventa nos trae la pieza para valorar y certificar, nosotros la limpiamos, pulimos, rodiamos, etc. es decir la dejamos perfectamente nueva y hacemos el certificado y valoración. La compraventa se pone muy contenta al ver nuestra valoración y darse cuenta de que hizo una muy buena compra.

Imagínense que con lo que pagó y con los gastos de restauración y valoración se gastó 1.000 €, si la vende por 2.500 € tiene un margen de un 250%. Es un margen brutal y sin embargo está muy por debajo del coste real de la pieza, es decir, del valor del metal, de la merma de fabricación, de las hechuras, del engastado, del rodio y de la piedra que lleva.

En esa proporción lo hacen con muchas piezas que llevan generalmente diamantes y que cuando las compran no valoran estas piedras. Al restaurarlas y certificarlas nosotros les damos el valor real como pieza nueva comprada en una joyería, y ellos continuan vendiendo muy por debajo de esos precios.


Lógicamente con estos precios los joyeros no pueden competir con piezas nuevas y es normal que se quejen de que no se vende nada, por eso vemos que poco a poco se van cerrando joyerías. No soportan esa presión.


Hay gente que piensa que los PVP que indicamos en nuestras valoraciones están elevados, otros dicen que están por debajo, según quien lo vea y según sus intereses opina diferente. Nosotros actuamos de forma imparcial y todos nuestros calculos están consensuados. Tenemos muy claro que el mercado es libre y que los comerciantes pueden variar sus margenes comerciales a su antojo. Hay quien carga mucho y luego hace descuentos, hay quien carga menos y no hace descuentos, hay quien carga poco, hay.... de todo.

Nosotros tenemos un estándar de margen comercial aplicado a los costes y llevamos 20 años, aplicando exactamente el mismo margen comercial de beneficio para las empresas (joyerías) en nuestras valoraciones. Entendemos que los márgenes comerciales son necesarios para que los negocios se sostengan, para que sobrevivan. Comprendemos que una joyería tiene muchos gastos, autónomos, seguridad social, alquiler, mantenimiento, seguros, luz, telefono, Internet, sueldos, escaparates, estuches, impuestos, etc. y tengo claro que me dejo algunos más. Sin beneficios no se pueden afrontar todos estos gastos.

A las compraventas les invito a que intenten valorar las joyas con mas cariño cuando las compran, piensen que detrás de cada joya hay familias que trabajan, desde el diseñador, el sacador de cera, el sacador de fuego, el engastador, el grabador, el pedrero, modelista, etc. todos intervienen en su elaboración, todos deben de ganar, si no, esta situación es pan para hoy y hambre para mañana.

Luego añádanle un margen prudente para venderla, entiendo que es un mercado de segunda mano y debe de estar por debajo del precio de una joyería, pero hasta el punto de hacer dudar a los clientes, que incluso ya no piensan en una joya como inversión, dado que cuando quieren venderla, no le dan ni la décima parte de lo que pagó por ella.

Manuel Llopis es Gemólogo y gerente del Laboratorio Gemológico MLLOPIS