Gem-A surgió a principios del siglo XX por la aparición de las perlas cultivadas y otras síntesis en el comercio. En 1931 se funda la que es hasta hoy la más prestigiosa institución para verificar la autenticidad de las gemas, el Instituto Gemológico Americano (GIA). Se empiezan a utilizar refractó-metros y otros aparatos por los primeros gemólogos para diferenciar las síntesis que habían comenzado a fabricar Edmond Frémy y Auguste Verneuil en 1891.
Podríamos denominar como un primer Cambio de ciclo a los primeros diamantes sintéticos fabricados por General Electric en diciembre de 1954. Unos años más tarde, otras compañías como Sumitomo introducen diamantes mayores de color amarillento. Estos son utilizados a nivel industrial sin generar mayor preocupación en la comercialización del diamante como joya.
A final de los años 70 nos encontramos con lo que puede ser otro importante cambio de ciclo al aparecer el Óxido de Zirconio cúbico. Una imitación del diamante, no medible con el refractómetro, con unas propiedades de dureza y dispersión que engañaron a muchos profesionales. La Circonita termina siendo identificada con facilidad por su baja conductividad térmica y es masivamente utilizada en bisutería.
A final de los años 90 aparece una síntesis de Carburo de Silicio que tiene aún una mayor similitud con el diamante y que es indetectable por su alta conductividad térmica, confundiéndose con la del diamante: La Moissanita. Aunque se diferencia por su anisotropía en las piezas grandes, genera grandes dificultades en las melée. Las moissanitas, en particular la de color negro, se utilizan ampliamente y son complicadas de identificar.
Sintéticos calidad gema
En 1999 llega, oficialmente al mercado, el diamante sintético de alta calidad y tamaño (ahora sabemos que en Rusia se habían sintetizado desde los años setenta sin ser detectados). Los gemólogos de GIA se llevan las manos a la cabeza al ser incapaces de separarlos por métodos gemológicos convencionales aunque transmiten a la opinión pública que difícilmente podrían causar problemas por su alto precio de fabricación y su práctica inexistencia en el mercado.
El gran cambio de ciclo comienza hace menos de una década cuando se empiezan a fabricar diamantes por métodos más económicos y además, estos se tratan para mayor complicación.
Peligros ante el fraude
A día de hoy el panorama podría telegrafiarse así: Una compañía India está sintetizando 100.000ct/mes. Fuentes autorizadas en Tailandia confirman que hay casi un 30% de diamantes sintéticos en el mercado. Lozano Gemólogos ha detectado recientemente una carpeta de melée conteniendo un 50% de diamantes naturales mezclados con sintéticos y el Instituto Gemológico Español (IGE) ha reportado diamantes sintéticos con números de certificados fraudulentos en las últimas fechas.
¿Cómo superar el reto? ¿Cómo podemos identificar estos diamantes sintéticos? Branko Deljanin del CGL-GRS Swiss Canadian Gemlab (laboratorio de referencia en Canadá) junto con Georges Spyromilios del Independent Gemological Laboratory (IGL-Grecia) comenzó, hace más de cinco años, a enseñar a distinguirlos con métodos sencillos. Deljanin y Spyromilios empezaron con las Conferencias Mediterráneas de Joyería y Gemología en Atenas y continuaron en Valencia gracias a la colaboración del Laboratorio Gemológico Manuel Llopis.
A la cita española, en la que tuve el placer de actuar como traductor simultáneo, acudieron personalidades del sector como Gaetano Cavalieri, Presidente de CIBJO. Continuaron en Siracusa, y este año en Montenegro, transmitiendo todas las novedades y avances en la identificación de los diamantes sintéticos.
Ya ha pasado el momento de llevarse las manos a la cabeza y pensar que no se puede hacer nada. Ahora se puede actuar
El director del Laboratorio del IGE, Egor Gavrilenko ha desarrollado técnicas de análisis de alto nivel garantizando la seguridad de los dictámenes emitidos. Progresivamente otros centros se incorporan a la detección de diamantes sintéticos como la Universidad de Valencia oel Laboratorio Manuel Llopis. Sin ninguna duda es necesario actualizar nuestros conocimientos mediante cursos específicos para la identificación de las síntesis de diamantes.
En este sentido Lozano Gemólogos posee una importante colección de los diferentes diamantes sintéticos que se encuentran en el mercado. Alicia Vildósola, vocal de la Asociación Española de Tasadores de Alhajas, en colaboración con Lozano, ha puesto a punto técnicas relativamente sencillas para su identificación, estudiando la distorsión óptica producida en un haz de luz polarizada al pasar por el diamante.
La diferente actividad óptica de los diamantes permite con un polariscopio modificado, junto con la fluorescencia, a separarlos en un alto porcentaje. Estas técnicas ayudan a un gemólogo instruido a superar en gran medida el reto de los diamantes sintéticos y son técnicas accesibles para muchos.
Es urgente transmitir al sector joyero la preocupación de la invasión de diamantes sintéticos y que realice cursos para conocer las técnicas básicas de identificación. Ya ha pasado el momento de llevarse las manos a la cabeza y pensar que no se puede hacer nada. Ahora se puede actuar.