Las monedas –de un kilogramo cada una—están elaboradas en oro rosa, oro amarillo, platino y cuentan cada una con un diamante engastado: dos rosas y uno violeta, procedentes de la mina Argyle, que es conocida por ser de las poquísimas en el mundo que producen este tipo de diamantes.
La primera de este tipo de monedas conmemorativas apareció hace justo un año y se vendió casi de inmediato, por lo que la empresa minera decidió lanzar una colección ampliada para homenajear precisamente a la mina Argyle, que produce en torno al 90-95% de los diamantes rosa y violetas del mundo.