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REPORTAJE | JOYAS PREHISTÓRICAS MUY ACTUALES (I)

La alternativa ecológica del marfil de mamut: la joyería que viene del frío

La prohibición de importar marfil de elefante ha hecho de esta especie extinta una opción viable para la joyería

jueves 29 de octubre de 2015, 11:35h

Son mágicos, exóticos, símbolo de riqueza y poder... y además están extintos, lo que facilita la manufactura y comercialización del marfil de mamut, teniendo en cuenta las restricciones legales a este material orgánico, que tratan de proteger a los actuales elefantes.

La alternativa ecológica del marfil de mamut: la joyería que viene del frío

Desde hace miles de años, por su baja dureza y facilidad para ser teñido, el marfil ha sido utilizado por el hombre como objeto decorativo y de adorno personal, siempre con una profunda vinculación mágica. Hoy en día, y a pesar de estas prohibiciones la organización ecologista WWF estima que cada año mueren unos 30.000 paquidermos en África para extraerles sus colmillos, con destino a países como Nigeria o República del Congo, mercados intermediarios que aún están fuera de la normativa internacional de protección.

Tailandia, el otro gran mercado de compraventa ilegal de marfil, anunció su prohibición el pasado marzo, empujada por las presiones de ecologistas y de la Convención sobre el Comercio Internacional de Flora y Fauna (CITES, en sus siglas en inglés).

Esta entidad reguladora de la que forman parte 177 países prohibió en 1989 la comercialización de marfil procedente de elefantes, aunque sí se permiten las piezas anteriores a esa fecha, siempre que cuenten con su certificado correspondiente. Por tratarse de un animal extinto, el marfil de mamut se encuentra fuera de estas restricciones, aunque los productos importados debe contar con el documento que certifica su lícito origen.  



Orígenes comunes
Paradójicamente, el origen común del elefante actual y del mamut lo encontramos hace unos cinco millones de años en el norte de África. Durante su evolución, una parte de ellos se quedó en ese continente mientras otros viajaron al norte, hacia Europa, donde se encontraron un clima mucho más hostil. El mamut redujo las dimensiones de sus orejas y desarrolló un largo pelaje para protegerse del frío, al tiempo que alargó los colmillos para encontrar alimento en las estepas sin árboles. 

Los expertos creen fueron desapareciendo progresivamente de Europa y aunque no se conocen las causas exactas, dos de los factores más probables debieron ser la subida de las temperaturas y también la presión de nuevos depredadores: El neanderthal y, posteriormente, nuestra especie.

Los mamuts se desplazaron hacia el este y encontraron su 'paraíso' en las llanuras heladas de Siberia y la península deTalmyr y Yakutia, la zona más septentrional del continente asiático. Se calcula que estas zonas podrían albergar hasta 150 millones de mamuts enterrados y conservados casi intactos a pocos centímetros de la superficie, en el permafrost. 

Con esta ingente cantidad por ser estudiada, extraída y comercializada, cada año durante el deshielo de primavera Siberia se convierte en otro paraíso para científicos y también para aventureros y ‘cazadores’ de marfil, ya que este material puede alcanzar los 1.000 euros por kilo. Un colmillo de unos tres metros pesa entorno a los 90 kilos.

Características del marfil
Los colmillos de este imponente animal podían alcanzar los cinco metros de longitud, aunque lo habitual son piezas en torno a los tres metros. Sin embargo no es habitual encontrar grandes piezas talladas en este material por su tendencia a agrietarse. Su color es más oscuro que el de elefante y además cuenta con una gruesa capa externa de color marrón.



En la actualidad el marfil de mamut es muy solicitado en Japón para tallar netsukes: pequeñas figuras usadas en la vestimenta tradicional japonesa para sujetar un pequeño bolsito (inro) a unas ropas que carecen de bolsillos. En España, la firma De la Torre Joyeros lleva más de 20 años comercializando este tipo de piezas, muy apreciadas por los coleccionistas y también importando marfil de mamut y de hipopótamo. Las piezas grandes son difíciles de encontrar y su mayor demanda está China, donde se tallan a mano siguiendo el tópico asociado a este país: escenas costumbristas con figuras humanas, habitualmente de oficios y también otras escenas humorísticas o de contenido sexual.

En el caso de la joyería contemporánea son muy pocas las firmas dedicadas a trabajar este tipo de material. En Europa, por ejemplo, la casa alemana Hemmerle o la francesa Alain Miville han realizado algunas piezas en marfil de mamut. Otro ejemplo destacado, aunque también puntual, son las piezas de la norteamericana Monique Péan, que cuenta con algunas joyas de mamut muy estilizadas y que combina con materiales como oro, brillantes e incluso hueso de dinosaurio.  En nuestro país, sólo la firma navarra Cattay Exclusive (de la que hablaremos el lunes) cuenta con una línea propia de joyería.


 
Diferencias con el elefante
El marfil utilizado como material gema procede de diversos animales, como el elefante, la morsa, el hipopótamo, narval, facócero y, por supuesto, mamut. Sin embargo, tanto el marfil de este último como el del paquidermo se diferencian de los demás por la aparición en el esmalte de unas líneas arqueadas que se entrecruzan, llamadas Líneas de Retcius. En el caso del elefante, la cuadrícula que forman estas líneas al cruzarse es ligeramente mayor y de forma romboidal, mientras que la de su pariente extinto suele ser más pequeña y de forma casi cuadrada.