Gemas

Por Miguel Ángel Pellicer | Con relativa frecuencia se puede leer en las revistas especializadas o relacionadas con el mundo de la Gemología, artículos que mencionan la aparición de una nueva tecnología, o el lanzamiento al mercado de un nuevo aparato y su aplicación en el análisis de las gemas.

En realidad son dos los certámenes que convoca la Federación Alemana de Joyeros y Orfebres con sede en Idar-Oberstein. Por un lado la 48ª Edición de sus Premios de Joyería y lapidación, abierta a nacionales y extranjeros de cualquier edad y la 29ª Edición de sus Premios a Jóvenes Talentos, dirigidos a todos los nacidos después de 1990. En la imagen de portada podemos ver el impresionante citrino tallado por el estadounidense John Dyer, que se hizo con el primer premio en 2016.

La Feria de Minerales de Sainte-Marie-aux-Mines, denominada también Euro Mineral, regresó este año a su cita anual con una elevada participación en un «entorno excepcional» como nos cuenta desde el IGE Egor Gavrilenko, que encabezó una visita de 22 estudiantes del Instituto Gemológico.

La firma norteamericana Harry Winston –propiedad del Grupo Swatch– ha pagado en subasta 5,5 millones de dólares por una esmeralda de 18,04 quilates que perteneció al afamado empresario John D. Rockefeller. Con 305.000 dólares por quilate, la piedra se ha convertido en la esmeralda más cara vendida jamás en subasta.

El último exponente de esta línea de trabajo es la colección Midi, en la que la diseñadora barcelonesa combina el oro, los diamantes, las perlas y los ópalos con piedras de río procedentes del Pirineo Aragonés, lo que le proporciona a estas creaciones un amplio espectro de posibilidades y de variaciones.