El Gobierno se encuentra enfocado en revitalizar su economía
El embargo a la exportación de diamantes impuesto a la República Centroafricana desde 2012 fue levantado el pasado viernes por el Proceso de Kimberley, un sistema internacional diseñado para combatir el comercio de los conocidos como diamantes de sangre.
"Es un día histórico, de alegría y consuelo, porque siempre hemos explicado a los expertos que no hay ninguna razón para mantener el embargo a las exportaciones de diamantes. En respuesta a nuestra petición, el KP envió varias misiones al país para comprobar por sí mismos que el diamante centroafricano exportado estaba limpio y no era un diamante de sangre", celebró el ministro centroafricano de Minas y Geología, Rufin Benam Beltoungou, tras conocer esta noticia. "Para nosotros es un soplo de alivio y una victoria para el pueblo, que poco a poco va saliendo de los días oscuros de su historia", añadió.
Gran importancia
La guerra civil se inició cuando los Séléka, una coalición de grupos rebeldes, tomaron el control de Bangui y derrocaron al presidente François Bozizé, quien había estado en el poder durante diez años. Ante la participación de estos grupos armados en la minería, el Proceso de Kimberley se vio obligado a imponer un embargo total. Sin embargo, los diamantes han sido siempre un componente crucial de la economía de la República Centroafricana, lo que ha llevado a que las sanciones impuestas tengan consecuencias devastadoras para el país.
A lo largo del tiempo, la decisión fue evolucionando y el Proceso de Kimberley llevó a cabo la certificación parcial del suroeste del país como zona verde. Con la reciente decisión tomada el pasado viernes, el embargo ha sido levantado de manera definitiva, y el Gobierno se encuentra enfocado en revitalizar su economía.