Una diadema íbera que los expertos califican como "una pieza excepcional", ha sido puesta a la venta por parte de un coleccionista privado de Madrid.
La joya fue encontrada en Montizón, cerca de Aldeahermosa y de Castellar, en la provincia de Jaén y consta de una antigüedad aproximada de 600 años antes de la era común. Asimismo, se trata de una diadema realizada en oro y articulada en tres subunidades, con algo más de 30 centímetros de longitud. El valor de esta pieza de orfebrería, de la que hasta ahora se desconocía su destino, estriba en que es una de las dos únicas diademas ibéricas conocidas por el momento. La otra se encuentra expuesta en el Museo Arqueológico Nacional.
Ahora y tras conocerse su destino, un grupo de arqueólogos de Jaén se moviliza para instar a la Junta de Andalucía a pujar por la adquisición de esta pieza, que pasaría a formar parte de la colección del Museo Ibero de Jaén.
El catedrático Arturo Ruiz, durante muchos años director del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, explica que su hallazgo se debió de producir en un momento de las primeras décadas del siglo XX y pasó a formar parte de la colección de Félix García de Olaya, correspondiente de la Real Academia de la Historia desde 1890.
Una joya propia de una reina íbera
Después de un largo periodo en el que se desconocía el paradero de la colección de antigüedades, un sobrino nieto de Félix García de Olaya, Ángel de la Riva Resines, decidió vender parte de ella y seleccionó una diadema que cita como “un collar o pectoral greco-fenicio”.
“La joya, propia de una reina íbera, que en el área de Montizón no debería ser otra que la reina de Cástulo, llegó a una nueva colección de Madrid donde perdió su referencia hasta 2022 en el que los propietarios de la misma han decidido venderla”, sostiene Ruiz, que es también presidente de la Asociación de Amigos de los Iberos de Jaén.
En cuanto a su composición, el catedrático detalla que la diadema fue fabricada con bandas de procesiones de simbólicas y esquemáticas palomas o paisajes de palmeras. “Está realizada con la técnica de granulado y filigrana vinculada a la influencia de la orfebrería griega sobre un sustrato íbero con un fuerte pervivencia cultural fenicia u oriental y con una fecha de finales del siglo IV o inicios del siglo III a.n.e.”, señala.
En lo que respecta al futuro de la joya, Arturo Ruiz destaca que "es muy importante no permitir que esta diadema, hallada en estas tierras y reconocida como una joya única por su gran calidad estética y técnica y por la carga simbólica de sus imágenes, se vuelva a diluir en las nieblas y el olvido de otras colecciones privadas”.