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IGE entrevista a Victor Tuzlukov

miércoles 20 de octubre de 2021, 07:00h

Victor Tuzlukov apenas necesita presentación. Él es, sin lugar a dudas, una de las figuras más relevantes en el sector de la talla de gemas, responsable de trabajos que no solo destacan por su belleza y originalidad, sino también por su conceptualidad; los premios que ha recibido solo certifican una perfección que no está al alcance de todos.

No en vano es fuente de inspiración y admiración entre multitud de profesionales de la talla de gemas, tal y como constatan Egor Gavrilenko o Ramon Tesoro.

P: ¿En qué momento te diste cuenta de que la talla de gemas era tu pasión?

R: En realidad, me encantan las piedras desde mi infancia. Hace muchos años, yo era un niño que paseaba junto a un río en el corazón de Siberia, recogiendo y coleccionando piedras. En esa época no me lo tomaba demasiado en serio. Más adelante, cuando tenía 36 años (en el año 2000), fue la primera vez que traté de tallar una gema. Fue una primera toma de contacto que transformé en un hobby durante los siguientes seis años.

Y sólo entonces, en 2006, tras participar en mi primera competición de talla de gemas, cuando miré mi piedra con los ojos de un juez, vi en ella mi futuro. Fue entonces cuando recordé la imagen (que albergo todavía en mi mente): un niño, caminando por la tierra y coleccionando piedras. Coleccionándolas para darles vida y ofrecérselas a la gente.

Trabajo en progreso de una de las tallas de Victor Tuzlukov. Foto: cortesía de Victor Tuzlukov

P: ¿Qué material prefieres tallar?

R: Me es difícil decir qué me gusta más: un buen vino, el arenque o un helado. Sin embargo, sí puedo decir qué es lo que me gusta más de un material. Por ejemplo, me gusta tallar gemas que supongan un reto, como la Espodumena, el Diásporo o la Fluorita, porque tallarlas supone siempre una competición. No compito contra la piedra, sino conmigo mismo; la gema simplemente es un medio.

Me gusta tallar piedras raras y valiosas, como Zafiros o Turmalinas Paraiba. En mi opinión, cada una de ellas tiene su propio carácter, en mi opinión, dialogo con ellas y llego a un acuerdo; en este caso, la gema me ayuda.

También me gusta tallar materiales sintéticos con características ópticas relevantes, como por ejemplo la Circonita o la Moissanita; me dan la oportunidad de revelar su increíble belleza y su brillo de fuegos artificiales. Son solo algunos ejemplos.

P: ¿Cuál es tu objetivo cuando planeas un diseño?

R: Depende de cada caso. Esto me recuerda a una parábola hindú. Ante la pregunta: "¿Qué estás haciendo?" un hombre contestó: "¿No lo ves? Estoy cargando piedras". Otro respondió: "Trabajo para llevar comida a mi familia". Y el tercero exclamó: "¡Estoy construyendo el gran Taj Mahal!"

Así que, si trabajo para mi familia, mi principal objetivo es convertir cada gema en un objeto lo más valioso posible, y escojo el diseño en consecuencia, dependiendo del material. Pero si trabajo para la Eternidad, utilizo la piedra como un instrumento para expresar una idea, empleando imágenes, símbolos, números… para expandir los límites de lo posible.

"Needle of Brahma", talla diseñada por Tuzlukov y realizada en está aguamarina de 3 quilates. Foto: cortesía de Victor Tuzlukov / Tino Hammid

P: Habitualmente asignas un significado particular a las colecciones que diseñas. ¿Por qué es tan importante para ti?

R: En parte es por lo que comenté anteriormente. Como artista, supongo que cada objeto de arte debería tener un mensaje. Da igual lo que sea: música, una pintura, un poema o una gema. Un mensaje de belleza, un mensaje de armonía, un mensaje de felicidad. A veces utilizo números "felices" de facetas, como 88 o 108; a veces reflejo en mis diseños imágenes bellas o significativas, como el loto o la Flor de la Vida; en otras ocasiones, simplemente plasmo mi energía positiva, tallando la gema mientras medito y rezo por la abundancia global. Esto es importante: siempre intento que cada piedra sea un mensaje de felicidad de un modo u otro.

La talla “Sacred Symbols” en esta circonita de 88 quilates, diseñada por Tuzlukov, representa la flor de la vida. Foto: cortesía de Victor Tuzlukov / Arjuna Irsutti

P: ¿Podrías explicarnos tu proceso creativo?

R: Suele ser diferente en cada caso. A veces tengo una idea, hago un dibujo y creo un diagrama, en un único día. A veces me lleva meses, o incluso años. Por ejemplo, hacia 2008 pensé en un mandala para una gema. Pero no fue hasta cuatro años más tarde, tras algunos intentos, cuando por fin creé el diseño apropiado y tallé la gema, la cual doné a Su Santidad Dalai Lama XIV.

En cualquier caso, el algoritmo del proceso es siempre el mismo: la imagen surge de la idea y cristaliza en un dibujo; y el dibujo se transforma en un diagrama, el cual es la base para tallar la gema.

“Eucaristía” es la talla que creó Tuzlukov para esta amatista. Consta de 705 facetas. Fue donada al Papa Francisco en diciembre de 2018. Actualmente se exhibe en el Museo del Vaticano. Foto: cortesía de Victor Tuzlukov / Dmitriy Stolyarevich

P: ¿Qué técnicas empleas para tallar?

R: Mi técnica favorita consta de tres fases: talla, prepulido y pulido. Eso es todo, muy simple.

P: Eres una inspiración para muchísima gente. ¿Qué aconsejarías a una persona que está comenzando a tallar gemas?

R: En primer lugar, mi consejo es intentarlo. Y, tras algunos meses de experiencia, le preguntaría cómo se siente. Si quiere llegar a ser un tallador profesional y hacerlo de forma comercial, no tendría nada que decirle. No es a lo que yo me dedico, no puedo aportar ningún consejo en ese sentido. Si le gusta tallar por placer, como un hobby, le aconsejaría que comenzara a presentarse a competiciones de talla, y volver a hablar después. Y si, finalmente se enamora de la talla, si decide convertirse en un Maestro y rozar la perfección, le aconsejaría encontrar su propio estilo. No seguir las reglas y prácticas del mercado, sino crear cosas nuevas y compartir su experiencia con otros talladores. Tenzing Norgay, el primer escalador que alcanzó la cima más alta del mundo, dijo: "Esto es lo que el Everest me ha enseñado: sé extraordinario y ayuda a otros a ser extraordinarios". Sigo esa frase, y deseo lo mismo a los demás.

Tuzlukov ostenta el récord Guinness por la talla de la mayor espodumena, de más de 3 quilates. Foto: cortesía de Victor Tuzlukov

P: Has participado en varias competiciones y cosechado varios premios como tallador de gemas. ¿Cuál sería tu próxima meta?

R: Los premios no son una meta, nunca lo han sido. Al principio consistían en un criterio para juzgar mi propio nivel, pero ahora son simplemente un instrumento para atraer la atención sobre la talla de gemas y crear oportunidades para los demás. Por ejemplo, cuando obtuve los Premios Guinness por la mayor espodumena tallada y por la escapolita más facetada, pude mostrar nuevas oportunidades a otros talladores. Porque fue la primera vez en la historia que un tallador de gemas obtuvo un récord mundial, y no el dueño de una gema, o una casa de subastas en la que se ha vendido la gema más cara de la historia.

Mi meta es, realmente, y como mencionaba al principio, coleccionar algunas piedras, darles vida, y ofrecérselas a la gente.