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Golpe al turismo joyero: Hacienda limita el pago en efectivo en plena época estival

Golpe al turismo joyero: Hacienda limita el pago en efectivo en plena época estival

lunes 05 de julio de 2021, 07:00h
Incertidumbre en el sector joyero y el resto de comercios ante la entrada en vigor de la Ley antifraude, la cual reducirá de 2.500 a sólo 1.000 euros los máximos pagos en metálico de los nacionales y de 15.000 a 10.000 euros los de los turistas no residentes

La limitación de los pagos en efectivo a 1.000 euros puede dañar seriamente la recuperación del comercio en España, advierten las organizaciones ANGED, CEC, ACOTEX, FECE.

El Banco Central Europeo ya dijo hace meses que era "desproporcionado" aplicar esta limitación en nuestro país y advirtió del riesgo que supone para el propio concepto de curso legal del dinero, además de, recordemos, esta limitación podría lastrar la leve recuperación del comercio de joyas en España, uno de los sectores azotados por la pandemia.

"Esta medida resulta profundamente inoportuna, ya que supone una barrera innecesaria a la recuperación del consumo en la etapa más crítica que ha vivido el sector con la pandemia No podemos poner bajo sospecha las operaciones en efectivo realizadas por los consumidores, cuando existen otras fuentes para atajar la economía sumergida", claman en un comunicado en conjunto desde las organizaciones de comercio.

Así, Anged, CEC, Acotex, FECE y Aproser ven con preocupación el impacto que sobre la actividad comercial podría tener la limitación a 1.000 euros del pago en efectivo, como se ha propuesto en diversas enmiendas al Proyecto de Ley de lucha contra el fraude fiscal, y más en plena temporada estival, cuando muchos extranjeros vienen a hacer turismo de compras, por supuesto, también de joyas.

Como ya ha hecho notar el propio BCE, es una "medida desproporcionada, que puede poner en cuestión el propio concepto de curso legal del dinero".

Desde estas asociaciones, además, la ven "totalmente inoportuna", ya que "puede afectar directamente a la recuperación del consumo y la actividad de los sectores más golpeados por la crisis", como el comercio y el turismo, y, por supuesto el de lujo y joyerías.

En 2019, el BCE ya advertía a España de que imponer un límite de 1.000 euros al pago en efectivo, como medida de lucha contra el fraude, podía ser desproporcionado. Entre otras razones, el supervisor bancario recordaba que: “La posibilidad de pagar en efectivo sigue siendo muy importante para ciertos sectores sociales que, por diversas y legítimas razones, prefieren usar elefectivo en lugar de otros medios de pago”.

“El efectivo también se aprecia en general como medio de pago, porque es ampliamente aceptado y rápido y porque permite al pagador controlar susgastos”.

“Es el único medio de pago en dinero del banco central y a su valor nominal que no conlleva la posibilidad legal de cargar una comisión por su uso”.

“No requiere una infraestructura funcional técnica y siempre puede usarse, lo cual es muy importanteen caso de interrupción de los pagos electrónicos”.

“Facilita la integración en la economía del conjunto de la población, al permitirle liquidar de esta forman cualquier tipo de operación financiera”.

A todo esto, añadimos desde Gold & Time el resquicio de privacidad: es legítimo que, por el motivo que fuere, alguien quiera comprar una joya con su dinero legal sin dejar un rastro con su tarjeta.

Además, otro punto negativo para estas limitaciones es la propia experiencia de nuestros vecinos: los límites existentes para pagos en efectivo en Francia (1.000 euros) no han logrado reducir la economía sumergida de forma significativa. Es por esto que la inmensa mayoría de miembros de la UE no han puesto ninguna limitación. De hecho, países que carecen de límites para los pagos en efectivo como Alemania, Finlandia, o Austria, cuentan una economía sumergida muy reducida.
Desde las asociaciones, creen que cualquier regulación que vaya contra el dinero negro, debería adecuarse lo máximo posible a la realidad actual de nuestra estructura comercial y de distribución, en la que una inmensa mayoría de los consumidores continúa comprando en cash.

Desde las organizaciones empresariales comparten el objetivo de la lucha contra el fraude fiscal en España. Sin embargo, parece desproporcionado implantar un límite tan bajo para las operaciones en efectivo, que limita la libertad de elección de medio de pago por parte del consumidor, y que prácticamente, pone bajo sospecha a cualquier cliente que realice compras en el comercio, más en establecimientos donde es muy común sobrepasar ese límite tan bajo con cualquier compra, como las joyerías. Por tanto, piden desde las asociaciones, "convendría actuar directamente sobre las fuentes del fraude y la economía sumergida, que son reconocibles, en lugar de presionar a los hogares y empresas con nuevos impuestos y trabas a su actividad".