Son pocas las prácticas artísticas con las que no experimentó Pablo Picasso y la joyería ocupó un papel destacado en determinados momentos de su vida. Del 21 de mayo al 26 de septiembre de 2021, y después de haber tenido que aplazarse un año debido a la pandemia, el Museo Picasso de Barcelona pondrá el foco sobre la joyería diseñada o creada por el genio malagueño.
Desde los collares de conchas realizados para Dora Maar en 1937 hasta las obras de orfebrería de los años sesenta, la joyería constituye para Picasso su enésimo terreno de juego donde durante décadas fue de la mano de orfebres como François Hugo, hasta su posterior evolución hacia el trabajo directo de fundición con oro y plata.
Para Pablo Picasso la joya es la forma más personal de expresarse. Estos objetos, normalmente destinados a las personas más cercanas, son codiciados como tesoros que él rechaza reproducir en grandes cantidades e incluso exponer. Habrá que esperar al final de la década de 1960 para que una serie destinada a su venta pueda ver la luz.
Algunas de las piezas que pueden verse en la muestra Picasso y las joyas de artista. Fundación Museo Picasso
Para el artista, estos objetos, de bien seguro, eran algo más que simples ornamentos. Desde siempre, la joya ha sido dotada de un potencial expresivo extraordinario, a veces, como talismán, otras, como amuleto. La joya lleva impregnada esa magia de la intimidad.