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ENTREVISTA MAR JUAN TORTOSA | JOYERA Y DOCTORA EN BELLAS ARTES

En busca de la narrativa joyera. Primera tesis en España que explora los límites de la joya

lunes 23 de noviembre de 2020, 07:00h

Mar Juan Tortosa es Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia, joyera por el Consorcio Escuela de Joyería Córdoba y ahora también doctora, después de llevar a cabo una tesis que la ha llevado por Europa, Estados Unidos y hasta Estambul, en su búsqueda del ‘lenguaje’ propio de la joyería. A lo largo de tres años y medio de investigación ha charlado con decenas de creadores, críticos y teóricos cuya experiencia ha sido clave para dar forma a un voluminoso escrito (más de 700 páginas) cuya potencia conceptual es imposible de resumir en este artículo pero que la autora nos explica con claridad en esta entrevista.

Mar Juan Tortosa es la autora de la Tesis Doctoral
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Mar Juan Tortosa es la autora de la Tesis Doctoral

¿Cómo surge la idea de profundizar en el concepto más teórico de la creación joyera?

Hubo varios detonantes que me llevaron a emprender esta aventura. Tras acabar los estudios de Joyería en Córdoba comencé a hacer piezas para una agencia de moda en Madrid con la intención de establecer contactos con diseñadores, llevar a cabo colaboraciones… etc. Me interesaban mucho las sinergias que se pueden establecer entre los diferentes ámbitos creativos. Estuve un tiempo con ellos aunque finalmente no funcionó como tenía previsto. A eso se le unió que hacía tiempo que quería hacer una investigación amplia y dar respuestas a todas las dudas que me surgían en torno a la joyería. Percibía a mi alrededor una serie de propuestas más tradicionales de la joyería, que eran lasque había conocido en Córdoba, pero al mismo tiempo en otros ámbitos nos encontrábamos con un tipo de joyería más experimental o abierta con las que observaba otras vías creativas.

¿Y ahí es cuando te preguntas qué es la joyería… qué es la joya en sí?

Claro. Hasta ahora había encontrado muchos planteamientos pero no una línea de investigación que propusiese al menos una definición base, con la que posteriormente podamos cuestionar, llevar a debate…etc. La naturaleza de las joyas que van más allá de un objeto simbólico-ornamental que situamos en el cuerpo. Así pues, retomé el contacto con una de mis antiguas profesoras de la Universidad, Sara Vilar Garcia. Ella me apoyó en todo momento y ha sido una pieza clave dentro de esta investigación.

Del mismo modo conseguí una beca para tres años con la que podía dedicar todo el tiempo al doctorado. Esta beca me permitió trabajar con la Universidad Politécnica de Valencia a través del Laboratorio de Creaciones Intermedia; un equipo increíble y transdisciplinar que acabó activando y potenciando muchos de los planteamientos más arriesgados que, en un principio no veía capaz de sacar a la luz. He estado tres años trabajando en la tesis y a la vez, colaborando con este grupo; también dando clases en la Universidad, y estancias de investigación en EE.UU y varios países de Europa… ha sido una experiencia maravillosa.

Proyecto La Abuela Felisa. O cómo expandir el uso de las joyas familiares y que no queden muertas en un joyero, un cajón o un calcetín. Oro reciclado sobre ramas de tomillo en microfusión.


Y esa búsqueda es la que va dando forma a tu investigación para encontrar el lenguaje propio de la joyería…

Efectivamente. De todas esas preguntas que me surgían al principio las respuestas han venido muy al final, que es cuando todas las piezas van encajando. El objetivo era dar con ese lenguaje propio de las joyas: cómo nos podemos comunicar a través de ellas, independientemente del tipo de joyería que hagamos, porqué podemos asociarles conceptos a las diferentes tipologías de joyas, etc. Podría decir que hay tres pilares fundamentales para “hablar a través de las joyas” y son: la intención que proyectemos en la pieza, la fase de elaboración y saber cuál es el contexto cultural o histórico en el que te encuentras.

Es necesario reflexionar y hacer esa búsqueda del vocabulario plástico con el que nos queremos comunicar cuando nos enfrentamos al proceso creativo. Además, lo interesante en este campo es que este lenguaje funcione, que no se queden los conceptos que se proyectan en las piezas como algo puramente personal del autor u anecdótico, dado que tenemos que ser capaces de llegar a los demás: Si al público le llega ese mensaje es que ese lenguaje ha hecho su función. El sentido de la joya debe trascender al público y no quedarse solamente en el estudio o en el imaginario del autor. Debe generar una reflexión, un pensamiento crítico y ser capaz de comunicar conceptos que no necesariamente están escritos con letras, sino con joyas.


La joyería viene acompañada de sentimientos que son generados tanto por los portadores como los observadores y, cada cual, los experimenta y los aplica de manera diferente



¿Cumple la joyería hoy en día ese papel comunicativo?
Creo que sería interesante que tanto los joyeros como los artistas desarrollaran esta vertiente más comunicativa de la joyería. Puede que sea una opinión muy personal pero aunque soy consciente de que la joyería parte de las artes aplicadas con una función ornamental, de base, luego se le pueden sumar muchas características más. Ambas pueden convivir y todas son válidas si cumplen el fin para el que han sido creadas, ya sea ornamental o comunicativo. Independientemente de todo esto no todas las joyas comunican o tienen que comunicar.

¿Quizá ahora, con los cambios en la sociedad que está generando esta pandemia sea un buen momento?

Sin duda alguna. Estamos en un momento de reinventarnos; la sociedad en la que estamos inmersos es insostenible por todos lados y qué mejor que dejar que esta pausa forzada sea justo el empujón que se necesita para dar cabida a otras vertientes de la joyería que sean enriquecedoras, ya sea de manera ornamental o comunicativa. Si la trabajamos y adoptamos una posición abierta y bien fundamentada, podemos llegar a planteamientos muy innovadores, tanto para el campo de las artes plásticas como el de las artes aplicadas.

Imagen izquierda: Cristina Filipe y C.B Aragao. Jóias encontradas, 2005 (Proyecto realizado con las joyas de la colección de joyería del Museu Nacional de Arte Antiga, Lisboa) | Imagen derecha, la autora presentando el proyecto Hibrid en los premios Enjoiat 2018, donde ganó en la categoría de Opinión del público.


En la tesis citas a Liesbeth den Besten, autora del libro ‘On Jewellery. A Compendium of International Contemporary Art Jewellery’ donde asegura que, aunque la joyería se admite como disciplina artística, raras veces se considera a la joya como objeto de arte.

Ese ha sido uno de mis libros de cabecera durante todo este proceso. Justo en la introducción expone una clasificación muy interesante, con la que te puedes hacer a la idea de la confusión que hay entre todas las nomenclaturas actuales vinculadas a las joyas. Cuando la leí me resultó curioso porque me dio la sensación de que era una metáfora perfecta de lo que me estaba encontrando con las mismas piezas de joyería. Por supuesto una joya puede ser arte y puede y debe estar en las instituciones de este campo, siempre y cuando la pieza esté hecha con rigor y cumpla su función de comunicar unos conceptos, una historia, una reflexión, etc. y de ir más allá de esas cualidades de partida que nos ofrecen las joyas como: ornamentación, ergonomía, portabilidad o durabilidad.

Este podría ser un tema de debate muy extenso. Si una cosa tengo clara es que los objetos de uso común, como son las joyas, hace décadas que han entrado por la puerta grande en el campo del arte. Ahora puede que sea el momento perfecto para empezar a profundizar en el arte de objeto en general y en las joyas en particular para así, empezar a difundir de una manera más rigurosa a la sociedad los códigos de expresión y comunicación de esta tipología de arte.

El ojo del tiempo. Salvador Dalí. 1949 / Sin título. Pablo Picasso. 1973


Pero joyas de grandes artistas sí se ven en los museos.

Sí, pero es muy curioso porque ese tipo de joyas son joyas de artista y, no necesariamente son arte de joyería u arte de objeto. Cuando las observas ves que muchas de ellas están hechas a partir de ese estudio plástico que encuentras en las obras, ya sea desde la perspectiva más escultórica como las de Chillida, o desde la más pictórica, como Dalí, o Miró, Picasso… pero al final son una manera de hacer una joya ornamental como las que podemos encontrar en las joyerías convencionales.

Aquí, lo que he observado es que se traslada el estudio plástico de la obra a la joya y no necesariamente hay un trabajo de búsqueda, de experimentación con los materiales y las técnicas. Puede que sea también porque ellos no eran los que creaban las joyas (las hacían grandes artesanos inmersos en el gremio de la joyería) y, por eso mismo no sabían con exactitud qué cualidades pueden ofrecer estos objetos si queremos comunicarnos con los demás a través de ellos.

Porque un trazo se puede hacer en oro pero… ¿Qué pasa cuando empezamos a ver qué posibilidades de trazo te da ese oro, que no sea un ‘copia y pega’ de tu iconografía pictórica u escultórica? Cuando estudié estas joyas, con la boca pequeña me preguntaba: ¿hasta qué punto estamos ante souvenirs exclusivos de autores consagrados o ante piezas de arte de objeto, es decir arte de joyería?


Estamos en un momento de reinventarnos; la sociedad en la que estamos inmersos es insostenible por todos lados y qué mejor que dejar que esta pausa forzada sea justo el empujón que se necesita para dar cabida a otras vertientes de la joyería



¿Falla comunicar al público final, e incluso al comercio qué es lo que hay detrás de la joya?

Las joyas deberían de poder hablar por ellas solas en todo momento, sin la necesidad de un manual o un discurso descriptivo o explicativo. En estos momentos creo que la tarea más importante que tenemos tanto joyeros como artistas (a parte de la de seguir creando e investigando) es la de informar y empezar a educar para que así, la sociedad sea capaz de entender los códigos de comunicación de las joyas, tal y como puede pasar con la pintura, el baile, la música, etc.

Hemos llegado a un punto en el que ya hemos conseguido empezar a tener presencia entre el público (a través de eventos como el Melting Point de Valencia o Joya Barcelona) pero hay que dar un paso más, enriquecernos tanto de la técnica del oficio como de la plasticidad del arte. De manera paralela también hay que hacer un trabajo importante para empezar a darle más visibilidad a estas propuestas, puesto que hay personas que están haciendo un trabajo increíble y no salen a la luz.

Para concluir una discusión ya casi ‘ancestral’: ¿Son los materiales los que hacen a la joya?

Después del estudio que he hecho, he podido observar que la joya no tiene porqué estar directamente vinculada a unos materiales predeterminados y menos aún en la actualidad. Una joya es un objeto de valor que llevas en el cuerpo y no un objeto hecho con unos materiales concretos... El oro se ha estado utilizando y se utiliza en la mayoría de los casos por su valor económico, pero la sociedad está cambiando y con este cambio se está dando paso a otros valores y modos de entender y vivir en este mundo.

Ahora nos preguntamos: ¿un material valioso es ese que se extrae de la tierra a través de procesos que acaban con la riqueza de un territorio haciendo que ya no se pueda cultivar, que los parajes estén mutilados, que gente desaparezca, etc.? Creo que en la joyería (y esto ya es personal) más que el valor monetario, deberíamos apostar por el valor emocional o cultural. Aún así, soy consciente de que esta propuesta no debería ser excluyente, pues es una manera de llevar el capital encima, tal y como han hecho y hacen muchas personas en lo largo y ancho de este mundo.

Independientemente de todo esto, lo que si deberíamos tener muy presente es que el oro es un símbolo muy potente, al igual que el diamante. Son iconos reconocidos universalmente con los que nos podemos comunicar con los demás pero aún así, tenemos también otros materiales para expresarnos con joyas.

Podríamos decir que, en este casola intención la da el autor y el valor lo acaba poniendo el consumidor, observadores o portadores de las joyas cuando interpretan a la obra y les llegan los conceptos, reflexiones o ideas inmersas en ella. Como comentábamos antes estamos en un momento muy interesante para empezar a cuestionarnos todo esto y ver qué cosas suceden si empleamos otros materiales. Estamos en un punto muy interesante de inflexión que nos está aportando una faceta de la joyería espero más respetuosa con la sociedad y con el entorno y con un grandísimo potencial expresivo y cultural.


LA JOYERÍA COMO LENGUAJE PLÁSTICO

Una propuesta artística trazada a través del objeto joya y su relación con el cuerpo y el espacio

Tesis doctoral presentada por Mar Juan Tortosa y dirigida por la Dra. Sara Vilar García. Departamento de Escultura de la Universidad Politécnica de Valencia, en colaboración con elLaboratorio de Creaciones Intermedia.