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La AEJPR advierte al Gobierno: El Sector Joyero se enfrenta a su desaparición si no se adoptan medidas elementales para su supervivencia

La Asociación Española de Joyeros insta al Ministerio de Trabajo a la protección especial de los ERTE para los mayoristas y minoristas de joyería y relojería

miércoles 27 de enero de 2021, 07:00h
La presidenta de la AEJPR, Cristina Yanes, en una entrevista anterior a este Periódico.
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La presidenta de la AEJPR, Cristina Yanes, en una entrevista anterior a este Periódico.

En un documento al que ha tenido acceso en exclusiva este periódico, la presidenta de la Asociación Española de Joyeros, Plateros y Relojeros (AEJPR) Cristina Yanes junto a su directora general, Giovanna Tagliavía, efectúan una precisa radiografía de la situación crítica por la que atraviesa un sector seriamente mermado en los últimos 20 años y para el que esta crisis podría representar la ‘puntilla’ si desde el Gobierno no se actúa.

El documento se ha remitido a los ministerios que tienen competencia directa en el sector. Su objetivo es tramitar un plan integral de reformas que adapten la legislación a la realidad empresarial y que permita flexibilidad y agilidad en la concesión de subvenciones a las empresas para su digitalización. La Asociación ha sido muy concreta en relación con los ERTE que se están analizando esta semana en el Ministerio de Trabajo para equiparar a la actividad comercial mayorista y minorista de joyería y relojería a otras actividades protegidas por los nuevos ERTE.

Si no se actúa, las previsiones de la Asociación pasan por la desaparición de en torno al 10% del tejido empresarial a lo largo de este año, lo que supondría una cifra de entre 700 y 750 pequeñas y medianas empresas. Pero no sólo estas: “Ni siquiera las grandes empresas con comercio internacional pueden resistir el impacto del Covid porque la situación de declive del consumo es internacional” añaden desde la AEJPR.

Crónica de 30 años de contracción empresarial

El sector joyero español cuenta con aproximadamente unas 8.000 empresas (entre fabricantes, importadores, artesanos y minoristas) pero llega a 2021 seriamente debilitado por las coyunturas anteriores. Ahora “se enfrenta a su desaparición si no se adoptan medidas elementales para su supervivencia” asegura el documento dela AEJPR.

Entre el periodo 1990 y el año 2020 han desaparecido en torno a las 12.000 empresas debido principalmente al impacto de la delincuencia y a las crisis económicas que han afectado a la economía global y a la española. “Más de cuatro mil empresas fueron cerrando entre los años 2000 y 2006 como consecuencia de la delincuencia profesionalizada que llevó a la AEJPR a comparecer en el Senado, a reunirse con los ministros de aquella legislatura e incluso con el presidente del Gobierno” recuerdan en su carta a los máximos responsables institucionales.


Estamos en un punto de inflexión, las instituciones tienen que actuar en la realidad social y empresarial además de en la sanitaria. Si actúan, tendremos un futuro, pero tienen que hacerlo con quienes sabemos lo que pasa. Tienen que hablar con quienes están en primera línea


Posteriormente, la crisis económica de 2008 provoca otra caída masiva de empresas en porcentaje y número de cierres muy superior a la media nacional (estimada en un 10%). Las cifras lo dicen todo: En el sector joyero, hasta 2014 cierran el 53,33% de las empresas, casi un 43% más que en el resto de los sectores. Y a esto hay que añadir la reducción de la dimensión empresarial de las supervivientes.

Y esta crisis se augura aún peor tal y como explican desde la Asociación Española puesto que la pandemia ha ‘congelado’ los eventos tradicionalmente vinculados al consumo de joyería como son bodas, comuniones y otras celebraciones similares donde la joya aún representa un elemento icónico, además de haber atravesado una temporada navideña prácticamente inexistente debido a las restricciones de las Comunidades Autónomas a los reencuentros familiares.

Expectativas de futuro

A preguntas de este Periódico sobre su perspectiva de futuro, Cristina Yanes recuerda que "la joyería y la relojería han existido siempre. Si hay algo que ha demostrado la pandemia es que necesitamos algo más que las necesidades vitales, comer, dormir y trabajar. Necesitamos relacionarnos, salir, volver a vestirnos y adornarnos, incluso más que antes, quizá al haber experimentado el confinamiento. Confío que la vacuna permita inmunizar a la mayoría de la población y que podamos relacionarnos de nuevo. Sin embargo, estamos en un punto de inflexión, las instituciones tienen que actuar en la realidad social y empresarial además de en la sanitaria. Si actúan, tendremos un futuro, pero tienen que hacerlo con quienes sabemos lo que pasa. Tienen que hablar con quienes están en primera línea” añade.

Señala el documento remitido al Gobierno que, en este contexto, la venta online, a pesar del tirón experimentado desde los inicios de la pandemia, no suplirá las pérdidas provocadas por el desplome del consumo: “solo la joyería de tipo comercial puede venderse a través de Internet. Nadie compra un coche online. Tampoco una joya que supere los 1.000 euros”.

En este sentido ahondamos con Giovanna Tagliavía sobre el comercio on line en nuestro país: “El comercio on line ahorra tiempo al consumidor que puede dedicar sus horas libres a ver en internet las ofertas; es imprescindible para competir, pero si la sociedad está aislada, no necesita “adornarse” y la moda pierde. La joyería es adorno, es complemento, es moda, pero, sobre todo, a diferencia de otros adornos, suele regalarse en momentos puntuales y son objetos que responden a un sentimiento que, habitualmente, se exterioriza en una celebración que el COVID impide”.

Y añade que “falta mucho camino para que piezas de cierto valor económico se adquieran on line. La digitalización ayudará a la joyería comercial y también a la de diseño o de autor, pero todavía son necesarios los establecimientos físicos avalando sus ventas on line”. “De hecho”- señala- “Son numerosos los asociados que solicitan publicitar su condición de que son miembros de la Asociación porque los clientes necesitan referencias de credibilidad, de confianza sobre quién está detrás de una web”.

¿Y el futuro? Preguntamos, “Uno no puede adivinar lo que pasará, pero puede ver señalesy prepararse. Cuando nos reunimos con otros empresarios, experimentamos un debate de ideas que nos ayudan a mejorar. Interactuando, uniéndonos a otros, podemos afrontar mejor el presente y el futuro más cercano que estando solos”.