El informe —que sigue a otro presentado en 2018— también recuerda que “muchas empresas de joyería han progresado en el abastecimiento responsable de oro y diamantes, pero los consumidores aún no tienen las garantías adecuadas de que sus joyas están libres de abusos a los derechos humanos”. “Y la llegada de la pandemia de Covid-19 exige una vigilancia aún mayor por parte de las empresas” añaden.
Niños buscando oro en el río Bosigon en Camarines Norte, Filipinas.© 2015 Mark Z. Saludes
El informe analiza y clasifica el trabajo de 13 conocidas marcas joyeras y relojeras internacionales para abordar los abusos de derechos humanos y daños ambientales en sus cadenas de suministro de oro y diamantes y elabora un Ranking a partir de los llamados Principios Rectores de Naciones Unidas, un documento emitido en 2011 que ha servido como guía para las políticas de Responsabilidad Social de las empresas, así como la Guía de Diligencia Debida para cadenas de suministro responsables de minerales de áreas de alto riesgo y afectadas por conflictos de la OCDE.
Avances significativos pero políticas desiguales
Algunas de las empresas examinadas para este informe han tomado medidas importantes para abordar los riesgos de derechos humanos en la cadena de suministro de oro y diamantes. Por ejemplo, Tiffany & Co. puede rastrear todo su oro recién extraído hasta una mina de origen y realiza evaluaciones periódicas de derechos humanos con la mina.
Cartier y Chopard tienen una cadena de custodia completa para una parte de su suministro de oro. Bulgari ha realizado visitas a las minas para comprobar las condiciones de los derechos humanos. Por su parte, Pandora ha publicado información detallada sobre sus esfuerzos de diligencia debida en materia de derechos humanos, incluido el incumplimiento detectado durante las auditorías de sus proveedores, explican en el informe.
Pero el documento hace también una llamada de atención a la implementación de esas prácticas: “Algunas empresas están trabajando activamente para identificar y abordar los riesgos de derechos humanos en sus cadenas de suministro, mientras otras confían simplemente en las garantías de sus proveedores de que su oro y diamantes están libres de abusos de derechos humanos, sin verificar rigurosamente estas afirmaciones”.
Críticas al Consejo de Joyería Responsable, que se defiende
Los esquemas de certificación y las iniciativas de abastecimiento responsable establecidos desde la industria, como los del Responsible Jewellery Council “deben establecer y mantener un alto estándar de la industria y garantizar que no otorguen legitimidad a las empresas que no lo merecen” denuncia el informe, donde también se asegura que “aproximadamente el 30% de los miembros del RJC tienen el beneficio de la reputación de la institución sin haber completado todo el proceso de certificación”.
De ahí la obligatoriedad legal que propone la ONG. “Los estándares voluntarios pueden desempeñar un papel en la generación de diálogo y el apoyo a las empresas que buscan desarrollar las mejores prácticas pero no pueden reemplazar los requisitos legales”.
Mineros buscan diamantes y oro en una mina en el borde del Parque Nacional Canaima en Parai-Tepui, estado Bolívar, Venezuela, mayo de 2019.
En este sentido el RJC ha respondido a las críticas de la ONG asegurando que “trabaja continuamente para mejorar” y señaló que cualquier legislación obligatoria sobre derechos humanos siempre requeriría “la participación de las organizaciones de la industria”.
“Creemos firmemente que se necesita una combinación de políticas inteligentes de medidas nacionales e internacionales, regulación obligatoria e iniciativas de la industria para lograr un impacto positivo en la cadena de suministro mundial de joyería y relojes”, añaden desde esta organización.
Acceda al informe completo de la ONG a través de este enlace.
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