El precio del metal dorado al contado subió ayer a 1.894,70 dólares la onza, su nivel más alto desde septiembre de 2011, impulsado por los repuntes del Coronavirus, las medidas de estímulo de los Bancos centrales y las nuevas tensiones geopolíticas entre China y EE.UU.
La incertidumbre global sigue jugando una mala pasada a los precios del metal y sólo en siete días el oro se ha revalorizado un 10% mientras la plata lo hacía el 30% y cerraba ayer a 23 dólares la onza, un nivel que no se veía desde hace siete años.
Los analistas explican la fuerza de este impulso al incesante goteo de noticias que apuntan a una segunda oleada de la pandemia a lo largo del mundo y al alza de los contagios en países como Estados Unidos, India, o Sudáfrica, y regiones como Latinoamérica.
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Pero esa no es la única explicación. Por si fuera poco se reeditan los conflictos político-económicos entre EE.UU y China después de que el Gobierno norteamericano haya exigido a Pekín el cierre de su consulado en Texas.
EE.UU acusó en un comunicado al gigante asiático de "apoyar los ciberataques de dos hackers chinos contra empresas de 11 países para intentar robar datos de la vacuna para la Covid-19 y secretos de tecnología militar”. La administración Trump habría dado hasta ayer de plazo para el ‘desalojo’ y China responde con que “habrá represalias” ante este “atropello sin precedentes”.
Respiración asistida a la economía global
Y para cerrar el círculo también se suma la ola de estímulos de los bancos centrales de todo el mundo a sus respectivas economías, así como el acuerdo en la Unión Europea para inyectar cerca de 750.000 millones de euros del fondo de recuperación económica a los países más afectados por la pandemia.
"Todos los gobiernos están enviando paquetes de estímulo, dinero más fácil, préstamos… nuevas morosidades… y eso también es optimista para el precio del oro", aseguran desde ED&F Man Capital Markets. “Sería una sorpresa que los precios del oro no vieran 2.000 dólares onza para fin de año e incluso eso se antoja conservador” añaden.
No obstante otros pronostican que, a corto plazo, el oro podría retroceder hasta un nivel más cercano a los 1.800 dólares onza porque “es un mercado que eventualmente tendrá que retroceder para encontrar compradores”. “Que no sorprenda en absoluto si este mercado retrocede bastante rápido ya que el índice de volatilidad del oro está comenzando a aumentar”, apunta Christopher Lewis, analista de FX Empire