El experimento pretende dar respuesta a cuestiones acerca del origen del agua a nuestro planeta, así como la formación de los minerales preciosos. Se cree que buena parte de nuestros recursos llegaron a la Tierra a través del impacto de los asteroides durante millones de años.
La sonda ha conseguido recoger hasta 10 gramos de muestras y espera realizar otros dos sondeos más antes de desacoplarse y regresar a nuestro planeta con los resultados. Su llegada se estima para el año 2020.
La misión nipona se considera todo un éxito puesto que los dos intentos anteriores de acercarse al cuerpo celeste resultaron en fracaso debido a las condiciones orográficas del asteroide.
Algunos expertos han lanzado la idea de que el objetivo de la misión no es sólo comprender el origen de la vida en la tierra, sino que se trata de un primer paso con la vista puesta en la minería espacial de metales escasos y preciosos.