La primera de la colecciones se llama Antiques y es obra del orfebre Fernando Gallego que lleva desde 2011 formando equipo con Paula Iglesia con sede en el municipio coruñés de Outes.
Desde allí crean unas piezas que combinan pasado y presente, reuniendo piezas únicas y auténticas de antiguas civilizaciones como monedas, amuletos o puntas de flechas, para traerlas hasta nuestros días en forma de preciosas joyas con unos acabados impecables.
Destacamos por ejemplo un anillo en oro de 18 quilates en el que emplean un auténtico escarabajo egipcio tallado en lapislázuli hace 3.500 años y que han montado inspirándose en los anillos encontrados en la tumba de Tutankamon: con la piedra giratoria.
Recuperando una técnica milenaria
La segunda de las colecciones premiadas se llama La Huella de Mitsuro y es obra del madrileño afincado en Oviedo Calixto Sánchez, que también trabaja junto a su compañera Irene Álvarez bajo la marca Joelle Joyas.
Las piezas presentadas a concurso son fruto de una investigación única en España que les ha permitido recuperar la técnica ancestral japonesa del Mitsuro Hikime, empleada en la escultura y que se remonta a 1.400 años atrás.
El Mitsuro Hikime –de Mitsu (miel), ro (cera), hiki (dibujo), me (textura)– está provisto de una extrema complejidad pero con unos resultados que proporcionan a las piezas una textura única.
La colección está formada por un conjunto de pendientes, pulseras, anillos, colgantes y broches realizados de forma artesanal en plata de 925 milésimas y con baño de oro de 24 quilates.
Enhorabuena a los ganadores por este reconocimiento.