El motivo de este abandono ya lo hemos escuchado en ocasiones anteriores: las firmas quieren dedicar sus esfuerzos hacia el cliente final y concentrar sus estrategias en tiendas monomarca (propias y franquiciadas), por lo que su participación en eventos a las que principalmente acuden distribuidores profesionales multimarca carecería ahora de sentido.
Según el comunicado de Audemars Piguet, su modelo de negocio está en “plena mutación”. “La manufactura ha emprendido un nuevo capítulo, situando a los clientes en el centro de su estrategia comercial y decidiendo establecer relaciones “directas y personales” con los amantes de la relojería, concluye.
El motivo de la salida del Salón ginebrino controlado por Richemont es idéntico en ambos casos ya que hay que tener en cuenta que Audemars Piguet mantiene una estrecha relación con Richard Mille desde la fundación de esta última, en 1999, aunque ambas marcas son independientes y no pertenecen a ningún grupo.