Pues bien, háganme el favor de creérselo. las vacaciones, al menos por este año, se han terminado y de poco nos vale pensar que tenemos la impresión de que cada vez duran menos, que cada año que pasa apenas tenemos tiempo para relajarnos y alejar de nuestras mentes los muchos problemas que nos aquejan, buena parte de ellos, provenientes de nuestro trabajo en este sacrificado sector económico.
Sí, lo cierto es que ya está aquí el PRODIAM, y que tan señalado evento ––señalado, al menos, para los que tenemos el honor de participar en el de una forma u otra–– supone el chupinazo que la inició a nuestro retorno a la dura brega de mostrador, mesa, astillera, tienda o despacho.
Es muy probable, que la gravedad de los problemas que nos aquejan nos impida relajarnos lo suficiente como para alejarlos de nuestros pensamientos, cuanto menos, lo suficiente como para que los pocos días de asueto que podemos tomarnos, nos permitan "resetear el disco duro", de manera que podamos volver al trabajo con la necesaria fuerza física, fortaleza de espíritu,y escasez de bagaje desalentador sobre nuestras espaldas. O sea, que la realidad no es que las vacaciones duren poco, sino que, para que fueran suficientes a la finalidad de aliviar la carga que arrastramos, deberían durar, mucho, mucho, mucho más.
O eso, o que inventen una aplicación para nuestros móviles, que nos permita borrar de nuestra mente los problemas, los sinsabores, las deudas, los impagados que sufrimos, la disminución de las ventas, la bajada de la clientela, la competencia proveniente de países orientales o medio orientales, cuya baratura de mano de obra, y deficiente calidad de materiales les permiten precios que nunca estarán a nuestro alcance...
Fernando Yandiola es abogado y director de Yandiola & Rodríguez, Asesores Empresariales, S.L.
