Los gemólogos y tasadores Adolfo de Basilio y Alicia de Vildósola son sus anfitriones en España y han organizado una extensa visita a diferentes lugares e instituciones de nuestro país, así como del vecino Portugal, con el objetivo de promocionar esta colección y tratar de organizar en un futuro próximo varias exposiciones.
Peter Balogh (primero por la izquierda), junto a Raquel Lobelos, Adolfo de Basilio, Jon Ugarte, Victoria Palomar, Alicia de Vildósola, Luis Lozano, Fernando Gervilla y Laura Márquez, en la Galería Kosmima.
Entre otros, las perlas han visitado la galería joyera Kosmima, al presidente de la Real Asociación de Hidalgos de España (con el fin de organizar el contacto con la Casa Real para una exposición); al director del Museo Naval y al gemólogo portugués Rui Galopim de Carvalho.
Una colección de primer nivel
La fuente de perlas más productiva a comienzos del siglo XVI era precisamente el triángulo formado por las islas de Margarita, Cubagua y Coche. Sin embargo estas maravillas orgánicas pronto causaron sensación en la corte española y europea por lo que la extracción desmedida provocó que, sólo medio siglo después, las ostras se prácticamente agotasen en aquellas costas. A mediados de 1500 se abandonó la explotación y posteriormente se hicieron algunos intentos por retomarla que acabaron fracasando económicamente.
Las 85 perlas procedentes de esta zona que componen la colección de Peter Balogh ha sido objeto de un amplio análisis en diferentes entidades internacionales de prestigio en los últimos años, especialmente para precisar su datación. Desde el Instituto Gemológico de América hasta la Universidad de Tucson, pasando por el Laboratorio Gemológico de Lienchtenstein, o el suizo Gübelin han analizado algunas muestras enviadas.
Las conclusiones de los análisis con radiocarbono muestran que, efectivamente, las perlas nacieron en algún momento entre la época precolombina y la llegada de los primeros conquistadores, aunque el rango de fechas es bastante amplio. En concreto muestran una horquilla entre los años 1472 y 1537, con un 68% de probabilidad y entre 1455 y 1615 con un 95% de certidumbre.
La colección cuenta con una amplia variedad de formas y tallas aunque externamente las perlas tienen un aspecto muy similar. Algunas de ellas, concretamente 53, cuentan también con taladros que se efectuaron en algún momento de forma muy rudimentaria lo que indica que formaron parte de un collar.
Queda ahora esperar a que se pueda alcanzar un acuerdo para que esta colección pueda abrirse al gran público para trasladarnos a los primeros años del Descubrimiento.
