La firma se convierte así en en una de las pocas compañías españolas certificadas, ––entre las que se encuentran Ibertaly, Ramón Joiers o Carat––, lo que le sitúa a la altura de las grandes internacionales (como Bulgari, Cartier, Boucheron o Van Cleef & Arpels, entre otras muchas) en materia de Joyería Responsable.
Auditorías regulares
Los miembros del RJC son auditados por una consultora independiente de forma constante ––cada dos años–– para garantizar que siguen manteniendo unas prácticas empresariales responsables en el ámbito de metales preciosos como el oro y el platino.
El Código de Prácticas de esta entidad asegura el cumplimiento de aspectos vinculados a los derechos humanos, derechos laborales, impacto ambiental, prácticas mineras, divulgación de productos y otras cuestiones de relevancia en la cadena de suministro joyera, y que es aún más exhaustivo que la Guía de Diligencia Debida publicada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
‘Emocionados’ por la entrada
Desde la compañía han mostrado su "satisfacción" por la entrada a este club y explican que "gracias al largo y exhaustivo proceso de auditoría y verificación de los procesos de producción y aprovisionamiento en el que se ha visto envuelta nuestra empresa, hemos pasado a formar parte del selecto selecto grupo de proveedores de grandes empresas que cada vez más buscan colaboradores que cumplan con estos protocolos".
Una vez dentro del Consejo de Joyería Responsable tras la obtención del certificado de Código de Prácticas (COP), la firma está ya trabajando para obtener el segundo grado de excelencia, el CoC, que certifica la trazabilidad al detalle de la procedencia de todo su metal.
