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OPINIÓN | ERIJKA JUNGLEWITZ

¿Qué papel juega la mujer en Joyería?

jueves 30 de marzo de 2017, 07:00h
¿Qué papel juega la mujer en Joyería?
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Por Erika Junglewitz | Durante el mes de marzo y coincidiendo con el día Internacional de la Mujer, se suele hablar y escribir mucho de la igualdad y de desigualdades.

Por ejemplo, de las brechas salariales importantes por el mismo trabajo, por lo visto de un 20%, aunque nos dicen que ha mejorado en los últimos años ¡tres puntos! Esto significa que ahora "solamente" existiría una brecha de un 17% por el mismo trabajo!

Las mujeres lo tienen más difícil para hacer carrera cuando se quedan embarazadas y no todos los empleadores facilitan la conciliación entre trabajo y niños pequeños en casa. ¿Se erradicaría este obstáculo si el otro progenitor estuviera obligado a tomar el mismo tiempo de baja por "paternidad" que la mujer?

Se habla de la ausencia de altas ejecutivas en empresa y administración, que exije sacrificios para la vida familiar, más a mujeres que hombres todavía prefieren no renunciar. No todas tienen como único objetivo su carrera profesional, pero indudablemente las que eligen esta vía deberían tener las mismas oportunidades.

Pero lo que a mí más me interesa es saber lo que pasa con las mujeres en nuestro Gremio. Un sector donde la mayoría de las empresas son núcleos familiares, grandes o pequeños, y muchas veces en segunda o tercera generación.

Muchas se están abriendo camino a base de esfuerzo, cualificación, y difíciles ejercicios de equilibrio entre la vida familiar y la profesional

Nuestro Gremio debería ser un feudo femenino, ya que todavía hoy por hoy, la mayor parte de las joyas, con la excepción de los relojes, están pensadas para la mujer como consumidora final. ¿Entonces cómo se explica, paseando por cualquier feria del sector, el superávit de hombres trajeados, preferentemente en azul marino, que pueblan los pasillos intentando vender una mercancía pensada para la mujer?

Naturalmente también hay mujeres, generalmente hijas y esposas que hacen de asistente para el negocio. Y también azafatas femeninas, cuanto más altas y rubias mejor, con total ausencia de conocimiento del género.

Es verdad que ¿últimamente? vemos más mujeres, algunas veces con apellidos conocidos en puestos destacados de nuestro Gremio, como Cristina Yanes, Belén Bajo, Rosa Tous, Elena Carrera, Milagrosa Gómez y muchas más. Tenemos empresas que están prácticamente en su totalidad en manos de mujeres (y funcionando maravillosamente), cito como ejemplo Sala Retiro o la Fundación del Monte de Piedad de Madrid y probablemente otras que desconozco personalmente. Y no nos olvidemos del grupo de diseñadoras y artesanas que están intentando abrirse un hueco en este difícil mercado.

Pero con estos ejemplos no llegamos al mínimo del 50% que cabría esperar del conjunto de los talleres, comercios, mayoristas y afines que se dedican a la Joyería, Platería y el negocio de las gemas. No menciono aquí la relojería, al tratarse de un género con más demanda masculina.

Pero con estos ejemplos no llegamos al mínimo del 50% que cabría esperar del conjunto del Sector

¿Qué pasa con la tercera o cuarta generación de mujeres en los negocios familiares? Me consta que muchas son grandes profesionales con una sólida formación en un gremio con un porvenir cada vez más sombrío. ¿Tiran directamente la toalla o también se encuentran con más obstáculos que sus hermanos? ¿O, dado el porcentaje de robos con violencia, a lo mejor necesitamos en nuestras tiendas más hombres, no fuertes sino forzudos, para asustar al delincuente o "caco" de turno?

Todo apunta más bien a la primera tesis, a que la conciliación sigue siendo muy difícil y a que un negocio tan tradicional como el de la joyería, es aún reticente a delegar más responsabilidad y visibilidad en las mujeres.

Soy optimista por naturaleza y espero que en un futuro no lejano lleguemos por lo menos a la paridad en empresarias y autónomas del sector. Muchas se están abriendo camino a base de esfuerzo, cualificación, y difíciles ejercicios de equilibrio entre la vida familiar y la profesional. Entonces automáticamente se deberían llenar los puestos directivos o presidenciales con nombres de mujer.

Erika Junglewitz es la presidenta de la Asociación Española de Tasadores de Alhajas (AETA).