En realidad, esta Norma de hecho está, no inspirada sino copiada, del Libro Azul del Diamante publicado por la Confederación Joyera Internacional (CIBJO). Viene a decir lo mismo, es decir, se entiende por diamante natural el que es producido por la Naturaleza sin la intervención del hombre, y por lo tanto su uso sin ningún tipo de adjetivos en el comercio sólo se puede aplicar a este mineral.
También afirma esta norma de siete apartados que el diamante obtenido artificialmente, es decir, el que se produce en los laboratorios es un material sintético. Llámese como le quieran llamar: creado, recrecido... etc. y que en el uso comercial no se puede quitar el adjetivo calificativo que denota su procedencia artificial, llamándolo diamante sintético, y no permite el uso de estos calificativos en el ámbito comercial salvo que lleve por delante la palabra laboratorio.
La Norma no dice que no se le llame diamante (porque es un diamante), lo que recalca es que no se puede utilizar el nombre sin su adjetivo calificativo y que algunos de estos adjetivos están prohibidos en el comercio de diamantes.
Lo cual no es nuevo, si se remonta a los programas de estudio de Gemología en los inicios de cada curso se recalca esta misma recomendación para el rubí, para el zafiro, para la esmeralda y en general, para todas las gemas. El uso del nombre sin adjetivos denota un origen natural, así cuando se habla de rubí, si no se dice nada más, quiere decir natural.
También describe un diamante tratado como 'diamante que no ha sufrido ninguna otra intervención humana que no sea el corte, pulido, limpieza y ajuste' (extracción minera, talla y engaste).
Establece que cualquier diamante, de haber sido sometido a un tratamiento se presentará como un diamante 'tratado' y se deberá incluir una referencia específica a su tratamiento en particular. La descripción debe ser evidente e inequívoca, sin abreviaturas. La Norma, además, hace hincapié en que los términos 'diamante tratado natural' o 'diamantes naturales tratados' no deben utilizarse ya que pueden inducir a engaño.
Bienvenida esta nueva Norma ISO, que cuenta con los avales de numerosas instituciones relacionadas con el mundo de la gemología y con personajes de gran prestigio en el mundo del diamante, como es el caso de Harry Levy.
Un artículo de Miguel Ángel Pellicer, gemólogo y presidente de la Asociación AGEDA Aragón