Lo más destacado de la subasta fue la intensa competencia por un Rolex de acero modelo Paul Newman, fabricado en 1970. El cronógrafo fue testigo de una dura pugna entre ocho compradores online y otro en sala, que fue quien finalmente se llevó la pieza por 167.600 euros, más de tres veces su valor estimado.
Y para no variar, los Patek Philippe también se situaron entre los más deseados por los coleccionistas. Un crono en oro amarillo (lote 302) alcanzó los 106.000 euros y otra máquina, de calendario perpetuo (lote 301) y fabricada en oro blanco se acabó vendiendo por 76.000 euros.
Otro ejemplo del interés coleccionista fue el IWC Spitfire Chronograph, fabricado en conmemoración del festival de cine Tribeca, que se celebra anualmente en Nueva York y que finalmente se llevó un comprador a través de internet por casi 40.000 euros.
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