El centro de formación vigués ya solicitó esta subvención en 2009, pero le fue denegada al no sumar cinco años impartiendo dicho título de forma continuada. Este año nuevamente ha sido excluido sin haber sido contestado a las primeras alegaciones enviadas a la Consellería y ha tenido que solicitar por escrito las finales y se encuentra a la espera de recibir algunas certificaciones, según explican desde el centro.
Tras conocer que volvía a ser excluido este año, su director, Carlos Pereira, solicitó el informe de la Consellería y tras estudiar parte de las razones esgrimidas por la Xunta de Galicia ha decidido recurrir a la justicia.
Entre las razones que esgrimen desde la Conselleria de Educación figura la falta de demanda de estos estudios, que ya obligó a retirarlos de la escuela Mestre Mateo, de carácter público y situada en Santiago. Este centro, a igual que el vigués, también imparte el grado superior de joyería artística.
«Sí hay demanda. Tenemos más peticiones que plazas. El problema está en la parte económica. Nuestro curso cuesta 295 euros al mes y mucha gente de ayuntamientos limítrofes nos cuenta que no pueden matricularse por el dinero y desplazamientos», explica Pereira. En estos momentos el centro formativo está recopilando de manera oficial «mucha documentación que refleja que la Joyería tiene demanda formativa, nos sólo en los Ciclos Oficiales de Joyería, sino también en la Formación Ocupacional y en la continua».
«Lo más doloroso de todo esto», lamenta el director de la Escuela viguesa, es que la Xunta considera que estos estudios «carecen de importancia estratégica» para los sistemas educativo, productivo y económico. Pero la joyería «es un motor productivo de Galicia», subraya Pereira.