EL DISEÑO
Siempre que tenemos algo en nuestra mano, previamente ha sufrido unas horas de pensamiento e imaginación, de proyección y de realización hasta que se ve terminada. Esto es muy importante y es justo que se tenga en cuenta.
A lo largo de los siglos de la Historia hemos estado rodeados de cosas bellas que nos han ayudado a ser más felices en general y hacer más agradable nuestro entorno. En joyería tenemos la suerte de tener un valor añadido: el sentimental. Pocas cosas nos acompañan durante toda nuestra vida, pasan de generación en generación y nos permiten poder reconocer cómo hemos sido, nuestra esencia. Esta es una lección que todos tenemos más que aprendida y por eso debemos continuar adelante. Quizás ahora es más difícil sorprender, ser distinto a los demás, pero no imposible.
Todos (aunque no lo creamos) tenemos un lado creativo, sólo hay que saber extrapolarlo y explotarlo. Al comenzar a diseñar una pieza debemos pararnos a buscar una excusa o justificación, es fácil: una canción que nos conmueve nos permite viajar sin desplazarnos, eso puede hacernos soñar rápidamente y hay que extrapolarlo a la joya.
Una vez captada la idea inicial, hay que desarrollarla hasta formar la colección. Es muy importante resolver bien todos los problemas técnicos que se puedan presentar. Por otro lado, necesitaremos que nuestra idea tenga unas buenas proporciones en cuanto a forma y volumen, es decir: que sea armoniosa. Es muy difícil lograr transmitir todo un mensaje en un espacio tan reducido como una joya, y de ello dependerá el éxito del diseño.
LOS MATERIALES
La importancia de los materiales a utilizar es muy importante. Habitualmente empleamos oro blanco, amarillo y rojo. En cuanto a las piedras: preciosa y semipreciosas, dando siempre mucho protago-nismo al diamante talla brillante y a las perlas.
Dentro de las piedras preciosas, la más utilizada es el cuarzo: en bruto, cabouchon, tallado; del tipo rutilado, hialino, en todas sus variantes. Su neutralidad y su frescura hacen realidad esas leyendas de buenas energías. Los diseños con dichas piedras logran tener el aspecto casi escultural, contemporáneo. Es perfecto para piezas XL y su abundancia en la Naturaleza hace de ella una gema única (ejemplo: colección On The Roks, Chicago, por no hablar de los famosos anillos de cocktail).
Con el tiempo hemos aprendido que el cuarzo rosa y la amatista son también de las piedras más queridas por el género femenino: colores suaves en la amatista que recuerdan a la lavanda y el color rosa bebé en el cuarzo, fáciles de combinar todo el año con sus fondos de armario.También topacio azul, aguamarina y citrino aportan ese punto interesante y elegante que tanto gusta. Rubí, zafiro y esmeralda sólo son utilizados para piezas nocturnas. En estas piedras aplicamos el lema " el tamaño sí importa", aprovechando las diferentes calidades y combinando tamaños de piedra distintos para crear diseños asimétricos y mezclándolas con metales de varios acabados.
Los acabados de los metales o las texturas juegan un papel muy importante: el mate con distintas intensidades hace que el diseño resulte más especial, que las piedras tengan colores más intensos y que dichas joyas tengan más opciones de puesta por cómo se funde el color del metal con la piel. El rodio negro le da un aspecto bucólico, transformando las piedras en colores más interesantes y diferentes.
Hasta aquí la primera parte de la intervención de Isidoro Hernández. Este Diario publicará mañana el segundo bloque de esta interesante conferencia: La Colección y la Presentación.
