Presenta una esfera en oro rosa con motivos de laca negra que le aportan una estética atigrada, el contraste que realiza este diseño con los 262 diamantes engastados es de suma belleza. Además, una decena de diamantes engastados en chatones de oro rosa sirven de índices, quedando a las 12 la corona que es símbolo de la marca, y a las 3 su fecha.
El bisel engalana aún más el conjunto con un total de 60 diamantes de talla baguette, como sesenta segundos tiene cada minuto, por lo que la aguja segundera señala un diamante en cada latido del calibre 3135, movimiento mecánico automático completamente desarrollado y manufacturado por Rolex. Pero continuando con la estética de este asombroso ejemplar, hay que destacar los 120 diamantes de talla brillante que lucen en el contorno del bisel.
Desarrollados en oro 'Everose' de 18 quilates, la caja y el brazalete han sido moldeados en los talleres de la marca, dando por resultado un tono suave que queda realzado con un toque de platino añadido. El pulido termina por darle un brillo único y singular. La caja cuenta con un diámetro de 36 milímetros, proporción idónea para lucir sin alardes. El fondo y la corona garantizan la hermeticadad, esta última gracias a un sistema patentado de doble hermeticidad por el cual se enrosca sólidamente a la caja. El cristal de zafiro sintético presenta una lente 'Cyclops' a las 3 para optimizar la lectura de la fecha.