El primer grupo relojero del mundo ha visto caer sus ventas durante el primer semestre de este año a niveles inauditos. "Nunca pensé que podría suceder que tengas órdenes del gobierno de cerrar tus operaciones" aseguraba Nick Hayek, CEO de Swatch Group, en una presentación online. "Por supuesto, esto nos impactó muy fuertemente".
Y es que las ventas cayeron un 46%, hasta los 2.200 millones de francos suizos (2.340 millones de dólares) en los seis meses que terminaron el 30 de junio, ya que la pandemia obligó al cierre de hasta el 80% de las tiendas de la marca. Esto condujo a una pérdida de 308 millones de francos suizos (328 millones de dólares), en un claro contraste con el beneficio de 415 millones (442 millones de dolares) un año antes, según datos de la compañía.
Tal y como explica el directivo y acorde a los datos de la compañía, si bien enero fue sólido, "el desempeño de la firma se deterioró posteriormente a medida que las economías de todo el mundo entraron en varios estados de bloqueo".
Impulso desde China
No obstante hay un atisbo de optimismo para la firma: "Las cifras en China mejoraron drásticamente cuando el país reabrió" explican. Las ventas minoristas en el importante mercado aumentaron un 76% interanual en mayo y también crecieron un 60% en junio tras las fuertes caídas a principios de año.
"En el momento en que las tiendas volvieron a abrir y, lo que es más importante los temores de la gente desaparecieron, el hábito de comprar cosas hermosas y marcas volvió muy rápidamente", apuntó Hayek en su intervención.
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