Sus primeras piezas fueron un llavero y un colgante en plata con las huellas de su hijo tomadas a los 7 días de vida con el objetivo de “detener el tiempo”. Posteriormente los motivos se han ido ampliando hasta originales piezas con las huellas de mascotas.
Las huellas se toman con una pasta especial para joyería que es capaz de grabar un nivel de detalle muy alto. Esta se envía a casa de los clientes y, tras lograr la impresión, el molde resultante "se trabaja en un taller de joyería artesanal con más de 50 años de experiencia" nos explica la responsable de la marca.
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www.dejandohuellajoyas.com