La pieza más destacada que volvió a la caja fuerte tras la subasta fue un soberbio brazalete de jadeíta labrado en una sola pieza, de 55,9 x 10,6 mm. Tal era su calidad que su valor estaba estimado entre 6 y 8 millones de euros, pero finalmente las pujas no alcanzaron el precio de reserva de la pieza.
Lo mismo le sucedió a la segunda de las joyas ‘estrella’ de la noche, valorada entre 3,5 y 5 millones de euros. En este caso se trataba de un impresionante anillo de platino y diamantes, con un zafiro de 20,22 quilates en talla oval y denominado el ‘Orgullo de Kachemira’, por su procedencia.
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De entre los lotes que sí se vendieron en Hong Kong (que cosechó un total de 22 millones de euros) destaca un anillo de platino que montaba un rubí de 5 quilates y diamantes con un total de 7,5 quilates. Fue la pieza más cara de la subasta pero apenas superó el precio más bajo de su horquilla: 1,7 millones de euros.
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Sin embargo, el caso contrario lo ejemplifica un set de pendientes y gargantilla de diamantes y esmeraldas firmado por Bulgari en los años 80 del siglo pasado. Las piezas salían con una estimación de entre 500.000 y 900.000 euros, pero finalmente se vendieron por 1,6 millones.
Decepción en Nueva York
La segunda de las subastas de Sotheby's que tampoco acabó vendiendo su pieza principal se llevó a cabo hace un par de semanas en Nueva York. En aquella ocasión la joya de la noche era un anillo de platino que montaba un diamante de 27,35 quilates color D y claridad VS2, valorado entre 2 y 2,5 millones de dólares. La subasta cosechó un total de 9 millones de dólares y la pieza más cara de la noche fue un anillo de Bulgari con un diamante de 24,7 quilates que se llevó un comprador por algo más de 700.000 dólares.
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