Ha pasado año y medio desde que abrieras tu galería en la ‘milla de oro’ de Madrid, tras dos décadas en la calle de San Bernardo ¿Cómo valoras este cambio?
Pues tiene sus luces y sus sombras. Es una experiencia muy positiva porque mis clientes de siempre siguen fieles y luego porque estoy captando clientes muy interesantes que se quedan sorprendidos, ya que desconocían la joya de autor. Creo que hay un perfil de cliente al que le gustan las joyas, pero aún desconoce este tipo de joyería.
¿Cómo se les hace entender este concepto de joyería, tanto a nivel de diseño, como de precio?
Yo lo veo un poco como explicar el arte pictórico. ¿Vale lo que cuesta, o vale lo que alguien esté dispuesto a pagar, además del precio intrínseco de los materiales? A veces viene alguien que pregunta ¿y esto cuánto pesa? Y me siento insultada porque nadie que compra un cuadro pregunta cuánta pintura lleva. El precio tiene que ver con el material y con lo que motiva, con lo que emociona, y luego también hay que fijarse en la trayectoria y la profesionalidad del autor.
¿Porqué es tan difícil introducir la joya de autor en la gran mayoría de los establecimientos?
Yo creo que es porque la joya de autor no es fácil de vender. En la mayoría de establecimientos se tienen vendedores, que no significa que entiendan, sino que únicamente despachan. Se busca la mayor rentabilidad. En cambio, en la joya de autor hay que hablar de la pieza, del artista... de todo lo que hay detrás de la creación. También es cierto que hay clientes ––sobre todo en este barrio––que no tienen tiempo, vienen con muchas prisas y no necesitan más información.
Hace poco firmaste un acuerdo con la entidad Chinese Friendly. ¿En qué consiste esta iniciativa?
Es un proyecto donde estamos en contacto con público chino que busca arte español. En su país tiene firmas reconocidas e internacionales, de las que se encuentran en todo el mundo, pero el arte joyero español no lo encuentran tan fácilmente. En España están dentro de esta entidad firmas como el Thyssen o el hotel Ritz, y ahora también nuestra galería. El público chino tiene una economía solvente y quiere algo relevante de esta sociedad. También es verdad que hacer esto supone un esfuerzo y es complicado porque ahora estoy aprendiendo chino y conociendo más su cultura, pero merece la pena. Personalmente creo que no hay que dejar nunca de reinventarse.
¿Se siente apoyada como empresaria desde las administraciones?
En absoluto. Después de veinte años en la antigua tienda de San Bernardo, al llegar aquí mi sorpresa ha sido que he tenido que comenzar desde cero en materia administrativa, de seguridad... etc. Ha sido atroz en tiempo, energía, economía... y no contaba con ello bajo ningún concepto.
*La entrevista completa a Laura Márquez, en la edición impresa de GOLD&TIME del mes de octubre.
_66270081c6fc1.jpg "La trazabilidad certificada es clave en las joyas")
