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NOVEDADES EN EL OLIGOPOLIO RELOJERO SUIZO

Swatch podrá reducir las ventas de sus movimientos ETA hasta la mitad, en los próximos cinco años

El fabricante suizo no quiere que sus competidores saquen más beneficio que ellos, pese a comprar su maquinaria

jueves 29 de octubre de 2015, 11:35h
Nicolas Hayek es el consejero delegado de Swatch.
Nicolas Hayek es el consejero delegado de Swatch.

El monopolio no siempre es sinónimo de rentabilidad. Al menos así lo creen desde el Grupo Swatch, cuyos movimientos de relojería (E.T.A) copan en torno al 70% del mercado suizo, pero su beneficio neto es menor que la de muchas marcas que usan sus movimientos. Tras años de negociación con la Comisión de Competencia suiza, el gigante relojero podrá reducir sus ventas a la competencia para centrarse en el desarrollo de nuevos productos, más rentables.

Swatch podrá reducir las ventas de sus movimientos ETA hasta la mitad, en los próximos cinco años

Durante años, el Grupo Swatch ha provisto a la mayor parte de manufacturas suizas de la maquinaria de relojería necesaria para sus a través de su filial E.T.A, copando cerca del 70% del mercado, en un 'cuasimonopolio' respaldado por la Administración suiza.

Sin embargo, lejos de parecer una ventaja, este hecho no resulta tan rentable al Grupo como cabía esperar, pues el mayor beneficio que se genera en las piezas acabadas permite a sus clientes, y a la vez competidores, tener un mayor margen de cara al público final. Es decir: los relojes de la competencia, pese a contar con movimientos E.T.A, finalmente resultan más atractivos (y caros) para el cliente final que los modelos que fabrica Swatch.

Por este motivo, el Grupo solicitó a la Comisión de Competencia suiza (COMCO) en el año 2011 la reducción en el volumen de maquinaria y piezas que vende a sus competidores. En otras condiciones no se daría esta solicitud, pero habida cuenta de la gran cuota de mercado que abarca el Grupo, esto significaría una desventaja competitiva para muchas pequeñas y medianas manufacturas, además de para grandes marcas como Cartier o Tag Heuer. 

La decisión de competencia llegó el pasado mes de julio desestimando la demanda de Swatch. El COMCO indicaba que el Grupo debía continuar distribuyendo a sus competidores, "sin restricciones", tanto de maquinaria completa como otras piezas y repuestos.

Y es que el desarrollo de un nuevo movimiento puede costar en torno a los 10 millones de francos suizos. Una cantidad inasumible para las pequeñas y medianas empresas y que expulsaría de facto a estas compañías del mercado. Pero también es cierto que muchos se han adaptado a la comodidad de contar con movimientos E.T.A sin desembolsar grandes cantidades en diseño y fabricación. La inversión en I+D de Swatch alcanzó los 178 millones de francos suizos en 2012 (casi 145 millones de euros).

Sin embargo, y tras el recurso del gigante relojero y las negociaciones con el Secretariado del COMCO, la Comisión de Competencia suiza emitió el pasado 21 de octubre un dictamen que sienta las bases para la reducción a la mitad en la venta de movimientos mecánicos durante los próximos cinco años. Para el periodo 2014-2015 se estipula que E.T.A podrá reducir sus actuales suministros al 75%; alcanzar el 65% en los años 2016-17 y llegar al 55% en el periodo 2018-19, aunque se podrían "revisar" si las condiciones del mercado cambiasen, según el comunicado de la Comisión. 

Eso de cara a las grandes compañías, porque para las pymes relojeras suizas las condiciones, que aún no se han desvelado, serán más estrictas. Por otra parte, la decisión no afecta a las piezas de repuesto, que deberán facilitarse siempre, aunque la nueva norma también quedará sujeta a los imprevistos del mercado.