Coincidiendo con el primer aniversario del hotel Bagués, el pasado martes 22 se abrió al público la exposición sobre Lluís Masriera más completa del mundo. Hasta la fecha la Sala-Museo Masriera acogía una muestra representativa de las piezas del artistas catalán, pero es a partir de ahora cuando la exhibición crece en cantidad y calidad, con la presencia de joyas llegadas de prestigiosos museos internacionales situados en ciudades como Nueva York, Amsterdam o Madrid. La sala, como el resto del espacio, presenta un cuidado interiorismo que transpira lujo y elegancia.
La firma Masriera es una de las más prestigiosas del universo joyero. Nace en 1839, durante los últimos compases del Romanticismo, de la mano de Josep Masriera Vidal, pero no es hasta la tercera generación de la familia, cuando el negocio se catapulta gracias a Lluís Masriera. Nacido en Barcelona, vive un momento de gran auge económico y cultural entre 1890 y 1900, impregnada de la fiebre modernista.
Junto a su hermano, Lluís toma las riendas de la firma de joyería familiar. El descubrimiento del trabajo de Lalique en la Exposición Universal de 1900 fue un momento clave para él. Empezó, entonces, a hacer sus propios diseños hasta convertirse en el joyero del Modernismo catalán y uno de los principales representantes de la joyería del Art Nouveau, otorgándole un renombre a nivel internacional.
