La influencia de la década de los 70 se hace notar en las maxi piezas doradas de estética vintage que marcan tendencia este otoño. Además, durante esta época, el color tuvo un papel fundamental gracias a la cultura disco, que dejó una huella profunda tanto en la moda como en la joyería. Las joyas de esta temporada, en su máxima expresión como objetos de deseo, se diseñan de manera creativa y colorida. Este enfoque busca transmitir vitalidad y optimismo durante los días más fríos.