Son varias fuentes las que empiezan a expresar el concepto de revenge spending, que se traduce como “gasto de venganza” de los consumidores tras el largo periodo de confinamiento. En China, de hecho, algunos medios llaman la atención sobre el fuerte impulso de las ventas de lujo tras el parón obligado por el coronavirus. Ayer mismo la marca Hermés reportaba más de dos millones de dólares vendidos en una de sus tiendas en el país, sólo el primer día de apertura.
Pero está claro que España no es China. Ni siquiera el conjunto de Europa lo es. Ayer mismo nuestro analista jurídico, Fernando Yandiola mostraba su seria preocupación por el estado en el que el Sector Joyero y Relojero de nuestra país quedará tras esta debacle económica en la que el “ejército de parados” que va a generar la crisis sanitaria no va a ser reabsorbido en breve ni se va a volver a la casilla de salida del mes de febrero tan pronto se levante el confinamiento.
Aspectos positivos
A pesar de las malas expectativas hay también lugar para el optimismo, como explican desde la firma española de análisis de mercados, Good Rebels: “las marcas que mejor formulen su propuesta de valor hacia la sociedad durante la primera fase de hibernación económica y de desconexión comercial se posicionarán mejor para generar ingresos cuando “remonte” la curva de inversión publicitaria” señalan en su análisis. Y, más todavía, la verdadera clave del éxito estará en aquellas que consigan prepararse de antemano para la llegada de ese revenge spending.
En un contexto como este, es posible descubrir oportunidades para las marcas que sepan anticiparse y empezar a preparar estrategias coherentes que podrán lanzar en el momento oportuno. Good Rebels nos ofrece algunos consejos:
- Reincentivar un estilo de vida activo, liderando una nueva etapa social
- Revitalizar la marca a través del producto, especialmente después de un parón de consumo de más de 60 días
- Desarrollar campañas y activaciones que celebren el entusiasmo, el optimismo y los hitos de la segunda parte de 2020
- Dar voz a las nuevas vivencias y experiencias a través de estrategias de Employee Advocacy, Brand Advocacy o Influencer Marketing
- Dar continuidad a las propuestas de valor desarrolladas durante la crisis: planificando acciones de vinculación, compromiso y cercanía social más allá del calendario comercial
- Apostar de nuevo por la confianza y la fidelización generando nuevas comunidades, programas de embajadores o potenciando el Loyalty Marketing
- Crear nexos de unión con otras marcas y territorios que pueden sumar más que antes a nuestro discurso y misión corporativa
Ahora, más que nunca, las marcas deberán estar preparadas para, cuando llegue el momento, (que llegará), aprovechar la oportunidad y re-posicionarse, recuperar la confianza perdida.
Pero por encima de todo, tendrán que empezar a transformarse ante una nueva era de experiencia de cliente en la que este les exigirán ser cada vez más digitales, más conectadas y más dispuestas a poner la creatividad, la innovación y la experiencia al servicio de una sociedad que ya hacía mucho tiempo que había perdido la fe en las marcas, señalan desde la consultora.