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Muere Juan José Ontalva, el gran maestro relojero

jueves 03 de octubre de 2019, 07:00h
Juan José Ontalva.
Juan José Ontalva.

El 30 de septiembre falleció mi querido amigo Juanjo Ontalva. Sin duda el mejor relojero español de relojería gruesa y monumental en los últimos 50 años.

Un hombre de reconocido prestigio, no solo en España, sino en las principales plazas relojeras europeas. Capaz de restaurar autómatas y relojes de gran complicación, restauró y puso en funcionamiento el reloj del Congreso de los Diputados, conocido por ser el reloj con más complicaciones de nuestro país.

Sin duda, una pérdida irreparable para el sector relojero nacional. Solo me queda dar el pésame a la familia y despedirme de ti.

Mil gracias por tu amistad y hasta siempre Juanjo

Carlos Ortiz Rodrigo es el director de GOLD&TIME y consejero delegado del Grupo NEXO Editores.

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Juan José Ontalva nació en la localidad madrileña de Chinchón y rozaba ya los 90 años. Ontalva ha sido testigo de los años dorados de la relojería mecánica en España y durante su carrera profesional ha sido también maestro de grandes profesionales de la Relojería en nuestro páis.

A modo de homenaje mostramos hoy integramente una de las pocas entrevistas que concedió a los medios, publicada en GOLD&TIME en junio de 2014. Pese a la distancia y la edad, sus palabras gozan de una rabiosa actualidad:

G&T. ¿De dónde surge su pasión por la relojería y cómo aprendió?
Juan José Ontalva. Pues yo no sé, creo que nací ya así. He nacido en una familia de relojeros, mi abuelo, mi padre... y siempre pensé que mi deber era continuar. Nunca me planteé otra opción, pues desde los 10 años me quedé, desgraciadamente, sin padre y nunca puse en duda que debía continar con esta tradición.

¿Es complicado aprender relojería en España fuera del ámbito familiar?
Sí porque realmente en nuestro país no tenemos verdaderas escuelas de relojería. Y es un oficio muy complicado que requiere una serie de conocimientos complejos, técnicos, mecánicos, históricos... Desgraciadamente se está dejando que los oficios, en general, se pierdan. Y es una lástima porque cada persona se lleva una carga de experiencia y eso no se puede copiar, es lo único que no se puede copiar y que no proporciona ninguna máquina.

Muere Juan José Ontalva, el último gran maestro relojero

¿Cómo ve el futuro de la formación y de la relojería en España, en materia de reparación?
Mal, francamente mal. No le veo futuro. Al fin y al cabo, todos los que están trabajando en esta especialidad han aprendido en mi taller -no quiero arrogarme- pero de hecho, si no fuera así, creo que no habría nadie. Los pocos que habían han ido muriendo y los que estamos, tenemos ya una edad muy avanzada.

En cuestiones relativas a la reparación, ¿cómo se solucionan maquinarias de las que ya no existen repuestos, o ni siquiera el fabricante?

Pues no hay más remedio que hacerlas. En los talleres, en los buenos talleres, hay maquinaria suficiente para hacer quizá un 90% de las reposiciones que haya que hacer en un reloj, pero en relojes muy especiales, como son los remontoire, se requiere una maquinaria especial que en la mayoría de casos no está disponible.

¿Qué relojes emblemáticos recuerda haber preparado?
Me falla la memoria ya... son tantos... El del Congreso de los Diputados hace ya 28 años que se reparó. Estaba prácticamente perdido, incompleto, y cuando decidí arreglarlo significó un gran desafío porque faltaban muchas piezas. Pero al final, ahí está funcionando. De hecho es el reloj más complicado que tenemos en España. Sólo hay otro igual en Barcelona, hecho por el mismo fabricante.

Técnicamente ¿Hay algún reloj mecánico que no se pueda reparar?
Yo no conozco ninguno que no se piueda reparar. Esto no quiere decir que no pueda haberlos. Puede haber algunos muy incompleto, que cuenten con piezas muy singulares, pero siempre es posible cuando se cuenta con la suficiente experiencia y una buena preparación a la hora ponerse en su restauración.


Se van acabando las personas y se van acabando los oficios, por lo que a día de hoy, si no se potencia más el aprendizaje de esta profesión, le auguro muy poco futuro, a muy corto plazo.


¿Cómo ha afectado la crisis a este oficio en los últimos años? ¿Cree que se atisba cierta recuperación, desde el punto de vista relojero?
Pues la crisis ha afectado, pero también afecta el cambio en los gustos de época. En generaciones pasadas no tenían quizá otras apetencias y distracciones, por lo que el coleccionismo estaba al alza. La gente joven de hoy día tiene muchos estímulos, lógicamente se quiere vivir bien y, si sobra un dinero, igual no va hacia el coleccionismo porque tiene mucha competencia. El turismo, por ejemplo, ha sido lo que más ha perjudicado al mercado del coleccionismo en nuestro país.

¿Cuáles han sido los años ‘dorados’ recientes del coleccionismo en España?
Yo diría que sobre los años 50-60, fueron cuando realmente había disponibilidad de dinero en sectores muy amplios e iban directamente al coleccionismo. Entonces el aficionado tenía otro estilo, tenía las colecciones en casa... Ahora hay que tenerlas en bancos, en cajas de seguridad y entonces, ¿para qué una colección de relojes si no la puedo mostrar?

"Deseo que la relojería sea una afición mayoritaria, y que se dedique más atención la formación de relojeros. Y que se aprecie más al profesional. En mi vida he hecho todo lo posible, pero creo que queda mucho por hacer. Creo que lo importante es formar profesionales. Las cosas que llevan mucho tiempo no siempre resultan rentables, pero las maquinitas no suplen las manos del artista". Juan José Ontalva

Recientemente se creó una Asociación de Reparadores, en respuesta a las dificultades a la hora de obtener repuestos de algunos fabricantes suizos. ¿Ha tenido estos problemas a lo largo de su carrera?
No tengo conocimiento de esta asociación, no sé sus objetivos, pero me gustaría saberlos. Hay muchos problemas en cuanto a las fornituras porque las casas apenas las facilitan. Es un problema muy grande. También es cierto que las casas están fabricando cada vez piezas más complicadas, más exclusivas, que requieren de una formación muy específica y detrás de esos repuestos debe haber unas personas especalizadas.

¿Cómo ve el futuro de la reparación de relojes clásicos en España?
Apostaría por una escuela de relojería antigua, artesanal. Esa sería mi mayor ilusión, ver cómo se enseña una profesión bellísima, importantísima. El mundo que conocemos no sería posible sin los relojes. La medición del tiempo tiene una importancia tremenda, terrible, para todo. Hay máquinas más llamativas, como el ferrocarril, pero sin los relojes no habría ferrocarril, ni navegación, ni aeronáutica. Es un deber de todos proteger un oficio tan bonito.