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El secreto que toda joya custodia

Los cuatro diamantes de Elizabeth Taylor

miércoles 12 de junio de 2019, 07:00h
Por Gustavo Marinaro | Durante décadas cautivó a la cámara con elocuentes miradas y al público con tempestuosas historias de amor. Reconocida por su labor cinematográfica recibió tres Oscars y fue nombrada Dama de la Orden del Imperio Británico por la Reina Isabel II, entre otros tantos reconocimientos.

La actriz nacida en Londres en el año 1932 contrajo matrimonio en ocho ocasiones aunque las más tumultuosas, felices y comentadas uniones, fueron las que mantuvo con el actor Richard Burton, con el que se casó y se divorció en dos ocasiones.

Fue en el año 1964 durante el rodaje de Cleopatra cuando se conocieron y desde ese momento no faltó oportunidad para obsequiarle una joya. Poseedora de una de las colecciones más importantes de los Estados Unidos, muchas de ellas fueron obsequio de sus otros maridos.

En una ocasión la protagonista de ¿Quién teme a Virginia Wolf?, refiriéndose a sus joyas afirmó: “Como poseedora temporal de ellas disfruto de su magia, y deseo que un día -no muy cercano- quien las posea, disfrute igual que yo de la emoción que cada una de ellas posee”.

Lució piedras preciosas de diversos tamaños y colores engarzadas de las más variadas formas; sin embargo cuatro diamantes determinaron importantes etapas de su vida. Uno de ellos, el diamante Taj Mahal -con más de 400 años de antigüedad- describe una historia de amor. Otro de ellos, el Taylor-Burton posee otra historia de amor, la suya. El rostro más bello del cine falleció en el año 2011 y parte de sus joyas fueron vendidas en subasta.

El diamante en talla esmeralda de 29.4 quilates que le regaló el productor de cine Mike Todd


Tras un breve matrimonio con Conrad Nicholas Hilton (1926-1969), contrajo matrimonio con el actor Michael Wilding (1912-1969) con quien tuvo dos hijos Michel (1953) y Christopher (1955). Su tercer matrimonio, con el productor de cine Mike Todd (1909-1958) fue uno de los acontecimientos más comentados de la época.

En tal ocasión le regaló un diamante, en talla esmeralda de 29.4 quilates al que llamaba "mi pista de patinaje". En uno de los momentos más bellos de su vida, con la recién nacida Liza Todd (1957) y sus hijos, fue retratada por Toni Frisell con la joya. En un primer plano se aprecia la dimensión del anillo, obsequio de uno de los grandes amores de su vida.

La pareja en Budapest en ocasión del 40º cumpleaños de la actriz, con el preciado diamante Krupp.

En 1959 se produjo un escándalo cuando la amistad con Eddie Fisher (1928-2010) -marido de su íntima amiga Debbie Reynolds- se convirtió en matrimonio. Tachada de roba maridos se convirtió al judaísmo, fe que profesaba el cantante.
El purísimo diamante en talla asscher con 33.19 quilates.

Pero el romance duraría poco ya que en 1963, durante el rodaje del filme Cleopatra, conoció a Richard Burton (1925-1984). Con el mantendría tormentosos, apasionados y contradictorios momentos. Ambos casados, se divorciaron para contraer matrimonio en 1964. La unión duró 10 años, se rompió y volvieron a unirse en 1975, para disolverse de manera definitiva en 1976.

Vivieron acaloradas discusiones y ardientes reconciliaciones con un común denominador, los flashes y las joyas. Corría el año 1968 y el matrimonio Taylor- Burton acudió a la Galería Parke-Bernet de Nueva York donde se subastaba el conocido como diamante Krupp, que perteneció a Vera Krupp (1909-1967), de la familia de industriales alemanes que ayudó a centenares de judíos durante la II Guerra Mundial.

Se trataba de un purísimo diamante de 33.19 quilates, en talla Asscher engarzado en un anillo de platino con sendos diamantes en talla baguette a los lados y realizado sobre un diseño de Harry Winston, que se convertiría en una de las más emblemáticas posesiones de la actriz.

Con él apareció en programas de televisión y rió con los comentarios ajenos. En diciembre de 2011 fue subastado por Christie´s en 8.8 millones de dólares.

Una historia de amor repetida… 400 años más tarde

El diamante Taj Mahal posee una bella historia de amor íntimamente vinculada a la pareja Taylor-Burton. En el año 1972 la actriz cumplía 40 años y como su marido no podía llevarle el Taj Mahal le obsequió una joya vinculada a él.

La temprana historia comienza a principios del Siglo XVII con el emperador mongol Jahangir Sha (1569-1627) y su tercera esposa y favorita, la emperatriz Nur Jahan. Con un profundo amor hacia ella encargó realizar una joya que sellara su admiración. Un diamante en forma de corazón en lasque -antiguo pulido que se daba a las piedras preciosas en Oriente- engarzado en un marco de jade.

El diamante Taj Mahal se vendió por 8,8 millones de dólares, aproximadamente 20 veces su valor estimado, entre 300.000 y 500.000 dólares.

Posee tres inscripciones, escritas en persa con caracteres árabes que rezan: "Nur Jahan, Begum Padshah, 23, 1037". La primera entrada hace referencia a la emperatriz; la segunda, 23 hace referencia al año de gobierno del emperador y la tercera 1037, al año de gobierno en el calendario islámico, equivalente al año 1627.

Tras la muerte del emperador ocupó el trono el príncipe Khurram (1592-1666) que reinó bajo el nombre de Shah Jahan, Rey del Mundo. La joya que originalmente pendía de un cordón de seda se la ofreció a su tercera esposa y gran amor, Mumtaz Mahal (1593-1631). Con ella tuvo 14 hijos de los que sobrevivieron siete. Cuando dio a luz el último de ellos falleció sumiendo al monarca en una profunda depresión.


En homenaje a ella ordenó levantar un imponente mausoleo conocido como el Taj Mahal. Durante más de 20 años trabajaron 20.000 obreros hasta finalizar el monumento que se convirtió en la más convincente muestra de amor de la historia, donde ambos en la actualidad reposan juntos.

La joya representa uno de los períodos más creativos de la joyería mongol. El marco de jade que contiene al diamante en talla tabla, fue tallado y en él fueron engarzadas espinelas en la misma talla. El conjunto, en un marco de oro posee seis diamantes romboides en talla tabla.

La parte superior –también con un diamante- da lugar a dos anillos de sujeción. Cuando Richad Burton lo compró encargó a Cartier crear una cadena de oro tejida. Con intersecciones formadas por anillos con rubíes circulares en talla cabochon, los extremos abrazan los anillos del colgante, terminando en un motivo floral.

El cierre esta formado por una borla, con una cadena similar, más estrecha y con terminaciones de cuentas de rubíes. Esta joya fue presentada en subasta en el año 2011y se vendió por casi 9 millones de dólares.


Elizabeth Taylor con su marido en el festejo de su 40º cumpleaños en Budapest. Como collar lleva el diamante Taj Mahal y la sortija con el diamante Krupp de 33.19 quilates.

El diamante Taylor -Burton

La afirmación de Richard Burton fue “quiero regalar a mi esposa una joya que pase a la historia”. En el año 1969 el matrimonio se encontraba en Gstaad -Suiza- cuando se presentó en subasta un purísimo diamante en talla perilla de 69.42 quilates.

Procedente de las minas Premier en Sudáfrica en bruto poseía 240.80 quilates. En 1966 lo compró Harry Winston. Después de estudiar el corte durante más de seis meses, llegado el día del primer golpe, la presencia de las cámaras de la televisión vaticinaron el destino de uno de los diamantes más publicitados de la historia.

Dividido en dos partes, una de 78 quilates -que tallada quedaría en 24 quilates y otra de 162, que tallada quedará en 75, para ser pulida y convertirse en el Diamante Cartier. En 1967, engarzado en un anillo lo adquirió Harriet Annenberg Ames –hija del acaudalado empresario y filántropo Moisés Annenberg (1877-1942).

En 1969 fue presentado en subasta en la Galería Parke-Bernet de Nueva York. Entre la lista de posibles compradores se encontraba la pareja de actores que al mostrar interés se les envío la joya en un vuelo especial a Suiza. Comenzada la subasta, de manera paulatina la puja se centró entre el representante de los Burton y el de Cartier, adquiriéndolo este último por 1.050.000 dólares.

El actor que estaba decidido a comprar la joya se puso en contacto con los joyeros, cerrando la transacción en 1.100.000 dólares, con la condición de poder ser expuesto en la Sucursal de Nueva York. Más de 6.000 personas apreciaron el diamante, que en 48 horas cambió de nombre y de propietario y que la prensa definió “tan grande como el [hotel] Ritz”.

Elizabeth Taylor en la Fiesta del Escorpión de la princesa Grace de Mónaco -precedida por dos escoltas- lució los diamantes Taylor-Burton de 69.42 quilates y Krupp de 33.19 quilates.

Pero su dueña consideró que la sortija era demasiado grande para su mano y fue Cartier el responsable de crear un collar para ella. Realizado en platino y engarzado en diamantes en talla perilla, de él acabó pendiendo el ya bautizado como diamante Taylor-Burton.

El matrimonio se encontraba en Niza, a bordo de su yate Kalizma y en un vuelo especial, custodiado por dos guardias de seguridad, llegó desde Nueva York la joya. La presentación oficial tuvo lugar pocos días después.

En ocasión del 40º cumpleaños de la princesa Gracia de Mónaco se organizó la Fiesta del Escorpión por ser su signo zodiacal. En ella hizo espectacular entrada Elizabeth Taylor con el diamante Taylor Burton de 69.42 quilates y el diamante Krupp 33.19 quilates.

En 1978, tras la ruptura definitiva con Richard Burton el diamante fue puesto a la venta y un año más tarde lo compró el joyero neoyorquino Henry Lambert que pagó por él 5.000.000 dólares.

Parte de los fondos fueron destinados a construir un hospital en Botswana. Actualmente es propiedad del joyero Robert Mouawad, que retalló en diamante quedando con 68.09 quilates.

Gustavo Marinaro es Diseñador de joyas | www.marinarojoyasunicas.com