Uno de los más prominentes artistas de la época fue el polifacético Leonardo da Vinci (1452-1519). Entre sus innumerables obras pictóricas se encuentra el óleo conocido como La belle ferronière, realizado entre 1490/5 retrata a una mujer desconocida y sin embargo con una gran trascendencia social.
La belle ferronière fue una amante del rey Francisco I de Francia (1494-1547) y debe el nombre a su marido ferronnier (ferretero o persona que comercia con hierro). Profundamente enamorado de su mujer al descubrir que ésta le era infiel buscó la forma de vengarse. Un plan meditado y silencioso le llevó a contraer sífilis para contagiar a su mujer y sí provocar la muerte del monarca.
El resultado fue la muerte de ella y que el rey la padeciera hasta el día de su muerte; sin embargo el triste acontecimiento sirvió para inmortalizar a una joya, la ferronière. Esta delicada cinta con una piedra o un motivo central estuvo de gran moda durante el período pues servía para disimular las lesiones de la sífilis.
El eclecticismo del Siglo XIX volvió a poner de moda esta joya como se aprecia en el cuadro Amalie Von Schintling (1812-1831), retratada por Joseph Karl Stieler (1781-1858).
La joven, que murió como consecuencia de la tuberculosis a los 19 años, es considerada con una de las más bellas mujeres de la época y ostenta una ferronière formada por eslabones de perlas. La pieza posee un motivo central de oro repujado con una piedra preciosa en el centro.
Gustavo Marinaro es Diseñador de joyas | www.marinarojoyasunicas.com