Hoy destacamos a la sevillana Hijos de Andrés García Álvarez. A lo largo de los próximos días iremos mostrando al resto de firmas participantes.
La firma sevillana distribuidora de joyería es una empresa familiar con más de setenta años de experiencia y actualmente la gestiona la tercera generación. Su principal dedicación es la venta al menor y al mayor y, como nos explica uno de sus responsables, Andrés García Maldonado, cuentan con “un amplísimo abanico de productos dentro del sector”.
¿Cuáles son los principales productos que comercializan?
Abarcamos un surtido muy grande e interesante para los profesionales del sector. Tenemos oro al peso (cadenas, collares, pulseras, argollas, alianzas), un extenso santoral de medallas, joyería italiana, diamantes y piedras de color sueltas de distintos pesos y tallas, joyería montada con diamantes (sortijas de pedida, pendientes, presiones, pulseras), perlas sueltas y collares (cultivadas, mabe, australianas). También piezas especiales para clientes que así lo demanden. Pero lo más importante, son las ganas de servir al cliente.
¿Cuáles son los productos más demandados por sus clientes?
En esta zona los productos estrella son las alianzas, las medallas, las cadenas y las argollas.
¿Cómo definiría el momento actual por el que atraviesa el mercado en la provincia de Cádiz?
La situación vivida años atrás fue dura para todos, hay que reconocer que los profesionales han sabido adaptarse para continuar. Lo peor ya pasó, aunque en nuestra opinión, todavía queda un cierto temor que tenemos que quitarnos entre todos.
¿Cree que iniciativas como el Encuentro Profesional de Joyería y Relojería son beneficiosas para impulsar el consumo?
Por supuesto, todas las medidas que sirvan para poner en contacto empresarios es buena para generar negocio. Siempre nos han enseñado a considerar al colega de profesión como un compañero. Estos eventos generan sinergias que son interesantes tanto a nivel personal como en el plano mercantil.
¿En términos generales, cuáles son sus expectativas de futuro?
A nosotros siempre nos ha gustado pensar en positivo y estamos convencidos que el sector despertará del letargo que ha vivido en los últimos años y volverá a la senda que se vivió años atrás. Pero esto también es parte del trabajo de los joyeros. Tenemos que crear la necesidad en el consumidor, mostrarles las bondades de la joyería. No hay un bien de consumo que tenga un valor más perdurable que el oro o una buena joya.
