Ilustres señores y señoras. Gracias a Carlos Ortiz, editor del Grupo NEXO, creador del evento anual de mayor realce de la joyería y de la revista GOLD&TIME. Y a Jesús Yanes Merchante, excelente joyero, presidente del Gremio de Joyeros y patriarca de una familia honorable de nuestro Sector.
Gracias también a Benjamín Calvo, presidente del IGE, que imparte con su cátedra en la Escuela de Minas y nos recibe en este auditorio, tan íntimo, familiar y acogedor.
Gracias a todos, por su invitación amable. Mención especial para Salvador Hernández, redactor Jefe de GOLD&TIME por el trato de favor que nos ha dedicado con artículos tan sonoros como El Diccionario conquista las Pirámides de Egipto.
Finalmente, a todos los asistentes, cuya presencia y compañía nos complace en extremo: antiguos alumnos, amigos, que dais realce a este encuentro. Deseo que este acto sea un intercambio gozoso, inmenso e infinito.
Gozoso y alegre porque así son las joyas: la creación, lo primero que el hombre hizo al poblar esta tierra. Expresó la belleza antes de buscar albergue o cubrirse. Somos la expresión y continuadores de ese anhelo. Anhelo que sólo será pleno en la paz y en el gozo, en la mutua entrega y concordia.
Por parte de ustedes, creadores de estas joyas. Por parte mía, dando lo mejor de mí en este libro: El Diccionario Ilustrado de la Joyería, de vuestras creaciones y cuanto se relaciona con ella.
Permítaseme evocar tres obras, de diferente momentos y características:
Iº Pectoral escita del siglo IV A.C. de Tolstaïa Moguila. Kiev, Museo de los Tesoros Históricos de Ucrania. Oro y restos de esmalte. Pieza excepcional por la técnica (los personajes de los frisos han sido fundidos aparte en medio relieve antes de ser soldados al soporte) el peso y el tamaño (más de 30 cm de diámetro y 1.150 gramos de oro). La escena central del friso superior representa a dos escitas con el torso desnudo, que parecen disputarse una piel de cordero. En ella tenemos la representación simbólica del Toisón de Oro, expresando el poder, la riqueza y la fecundidad.
Los escitas, sus autores, son un pueblo nómada, cuya riqueza se basaba en sus caballos y sus joyas, principalmente de oro. ¿Cabe más perfección? ¿Inspiración más bella? Más finura? ¿Cuál fue su fuente, el diseño que evocó la obra? ¿En qué taller se realizaría?
2º Friso pompeyano, del siglo I A.C. de la Casa de losVetiinos. Muestra una escena de amorcillos trabajando en un taller de joyería. Es singular en su gracejo, belleza y perfección en sus formas y movimientos. Sin duda el pintor había contemplado estos detalles en algún taller existente.
3º Collar La ciudad prohibida, de Jean Vendôme, joyero francés del siglo XX. Que fabrica sus joyas con piedras preciosas en la variante de fantasía y de vestido. Las de vestido se dedicaron a los grandes modistos franceses entre 1950-1960, tales como Dior, Balenciaga, Chanel, Nina Ricci, Schiaparelli, y las de fantasía enriquecieron las representaciones del espectáculo teatral.
Los escenarios
Debemos fijarnos en los diferentes escenarios que inspiraron a estas obras: la estepa, las crines y agilidad de sus caballos, en la primera pieza; Un taller local de orfebres romanos, pompeyanos, en la segunda. Y en la tercera, un espacio acotado, con apenas una piel, en el comercio de venta.
Allí, rodeado de diversos fragmentos de piedras, Jean Vendôme, en la soledad y en el silencio, absorto, queriendo captar en plenitud la inspiración para plasmarla fielmente.
Es Benvenutto Cellini, quizás, el primero que definió al artista joyero como ‘tardo en el hablar y presto en el hacer’. Sí. Coincidente esta definición con Laotsé, en el Tao-te king, quien expresa que el silencio es la gran revelación. Solo desde él pueden percibirse las ideas más sublimes, las más bellas formas, la música que escuchaba Platón en las esferas, o la que Tolkowsky oye a través del diamante, principamente en el Centenario, tallado por él.
Coincidencias sublimes
Y ustedes pueden afirmar que las han vivido y viven en sus creaciones. ¡Enhorabuena! Los felicito. Estas obras sublimes, de auténtica creación, son las que nos ofrece el Diccionario, abarcando desde la Prehistoria hasta el momento actual y en toda la geografía habitada por el hombre.
El Diccionario me exigió múltiples viajes, lecturas, estudio en los mejores Museos y bibliotecas del mundo, búsquedas sin fin, durante años, y en ellas, se me regalaron hallazgos sorprendentes. Como el códice miniado por Hans Mielich, con la representación de las joyas de Ana de Habsburgo, esposa de Alberto V de Baviera, que custodia la biblioteca estatal de Munich.
Otro regalo: El tener en mis manos, por gentileza de la azafata, uno de los Huevos de Fabergé, en San Peterburgo, en la exposición de obras del artista. Y podría seguir desgranando otras mil perlas que me hicieron feliz.
Con el Diccionario, la Joyería y los joyeros tendrán su nombre y su espacio entre las Artes; sus obras serán identificadas con nombre propio. Él nos permitirá trabajar con más información y formación; las fuentes, los diseños, nos serán más asequibles. Su utilidad y necesidad son tan evidentes que, si algo puede sorprender, no es que se publique ahora, sino que no se haya publicado antes.
Pero esta omisión no es privativa de España, con cierto orgullo podemos decir que, en lo conocido hasta ahora, éste es el primer diccionario que, con estas características, se publica en el mundo.
El Diccionario es fruto de una investigación profunda y reposada. Nos ofrece los diversos temas que encierra la joyería desde su diseño hasta su compleja ejecución. No es una obra bella, ––que lo es–– sino profunda, sin precedentes. Nos ha permitido participar en la obra inmensa de la creación. Es anterior a Internet y a Google con las dificultades y el esfuerzo de ser obra casi de amanuense. Una herramienta, un tesoro que nadie tiene. Es único!
Está consagrado con su presentación en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando ––la más antigua de nuestro país––, por su director, Antonio Bonet Correa, que siempre nos acompaña con su generosidad y sabiduría y hoy por razones de salud está ausente.
También en el IGE, o en el Real Círculo Artístico de Barcelona, e igualmente en la Biblioteca de Alejandría, cuna del saber, de la investigación, acompañados del Cónsul de España en Alejandría y autoridades de esta importante biblioteca.
En el ámbito de las pirámides tuvo lugar un hecho insólito: la esfinge de Giza presentó en español el diccionario. Era la primera vez que la esfinge presentaba un libro y ‘hablando’ español, gracias a la tecnología. En el aire, unida a la voz de la esfinge, parecía repetirse aquello de Champolion o Napoleón: 40 siglos os contemplan desde la cúspide es estas pirámides.
El Diccionario es, ya, internacional. Bendecido con los mejores y mayores augurios.
Ya puedes comprar online el diccionario Ilustrado de la Joyería, en estos enlaces:
FNAC
Casa Del Libro
Amazon