La colección cuenta con ocho relojes de esfera negra y otros ocho de esfera blanca, con un diseño que elimina los números o los minimiza al máximo porque “lo importante para las nuevas generaciones es el ahora” explica el fundador de la empresa, Eduardo Marqués.
Esta primera colección juega con los tonos tierra, blanco, negro, dorado y plateado, a los que incorpora detalles en rojo y azul. Las correas están fabricadas en poliuretano de acabado suave y flexible, acabadas en un corte asimétrico.
La empresa cuida también el diseño del packaging y presenta sus productos en una caja en forma de cubo hermético, acompañados de pegatinas con el logo de la marca.