El triunfo de Trump rompe la barrera de los 1.300 dólares la onza de oro… pero no dispara alarmas

El triunfo de Trump ha desestabilizado a los mercados y si el precio del oro cerró la noche previa a las elecciones en 1.269,37 dólares la onza, a lo largo del día de ayer llegó a revalorizarse cerca del 5%, aunque al cierre de esta edición regresaba a valores por debajo del valor de soporte de los 1.300 dólares.

Este fracaso para romper la barrera de los 1.300 dólares es, para muchos analistas, un síntoma de que quizá las previsiones más pesimistas de una subida fulgurante del oro podrían estar equivocadas, ya que los inversores podrían ver en las promesas de Trump de bajar los impuestos al gran capital, un incentivo para seguir invirtiendo en el mercado de valores, lo que se traduciría en la reducción del interés por el oro.

Las contradicciones en las previsiones muestran de alguna forma la propia incertidumbre que reina ante el rumbo que seguirá la primera potencia mundial bajo la batuta de Donald Trump. De hecho su primer discurso, ya como presidente electo, ha sido mucho más comedido y conciliador de lo que se podría esperar del extravagante empresario si tenemos en cuenta la virulenta campaña que ha protagonizado en los últimos meses.

Probablemente por este motivo las variaciones tanto en Bolsa como en el precio del oro han sido mucho menores de las protagonizadas tras la victoria del Brexit en el referéndum de Reino Unido el pasado mes de julio, que situó el precio del oro en máximos de los últimos dos años.

Y es que, como algunos analistas opinan, la cuestión británica es irreversible y con implicaciones a mucho más largo plazo mientras que, en el caso de Trump, por “muy mal” que pueda actuar políticamente, el stablishment en Estados Unidos es más poderoso que cualquier presidente y, además, su mandato está limitado por unas nuevas elecciones dentro de cuatro años.