El aparato cuenta con batería propia, adaptador de corriente de 12v, y tiene unas dimensiones de 10x5 centímetros. Además
es compatible con la pantalla de un Smartphone que será donde aparecerán los resultados del análisis.
Eso sí, un apunte importante es que
“su funcionamiento requiere de una base de conocimientos gemológicos” para poder diferenciar con la máxima precisión el tipo de gema que se está analizando, según nos explica el gemólogo Adolfo de Basilio, que ha sido el primero en experimentar con la última versión de este dispositivo en nuestro país.
Como explican desde el laboratorio, "en términos generales la mayor parte de los diamantes tratados pueden identificarse si conocemos sus parámetros de fluorescencia en onda corta y larga (SW, LW), además de su fosforescencia". Y estos parámetros se pueden encontrar en manuales gemológicos y también se pueden aprender en unos pocos días en talleres prácticos.
La longitud de onda que registra el aparato es de 360 nm en onda larga (LW) y 255 en onda corta (SW). De momento la venta, distribución y garantía se realiza desde el laboratorio griego que dirige George Spyromilios (co-organizador de la reciente
Conferencia Gemológica del Mediterráneo, celebrada en Valencia), pero nos confirman que ya
se están ultimando conversaciones para comercializarlo a través de un importante laboratorio en nuestro país.